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Las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos, que enfrentarán al expresidente Donald Trump y la vicepresidenta Kamala Harris el 5 de noviembre, están aumentando el estrés en la sociedad estadounidense. Un estudio divulgado este martes por la Asociación Estadounidense de Psicología muestra que una amplia mayoría de la población está afectada por la incertidumbre electoral.
Un país dividido ante las urnas
A solo dos semanas de la votación, la nación parece dividida entre dos modelos opuestos de gobierno. Las encuestas señalan que la carrera hacia la Casa Blanca será muy reñida, con proyecciones que muestran una ligera ventaja para Harris a nivel nacional, aunque esa ventaja se ha reducido en los últimos días. En los siete estados clave, el margen entre ambos candidatos es mínimo, lo que genera aún más tensión.
Estrés por el futuro y la economía
El estudio, denominado “Stress in America”, fue realizado por The Harris Poll, entrevistando a más de 3.000 adultos entre el 1 y el 23 de agosto. Los resultados muestran que un 69 % de los encuestados experimenta ansiedad debido a la incertidumbre sobre quién dirigirá el país los próximos años. El porcentaje sube a 77 % cuando se les pregunta sobre el futuro económico del país, una de las principales preocupaciones de los estadounidenses.
Uno de los factores que más ha influido en el clima de estrés es el uso de la inteligencia artificial para la desinformación durante la campaña. El 82 % de los encuestados expresó su inquietud por la posibilidad de que la ciudadanía esté tomando decisiones basadas en información inexacta o manipulada, lo que aumenta la sensación de confusión y desconfianza.
Polarización y temores sobre el futuro de la democracia
El estudio también revela que la polarización política ha alcanzado niveles alarmantes. Desde las elecciones de 2016, el número de personas que sufre estrés relacionado con la política ha aumentado 20 puntos porcentuales, situándose ahora en un 52 %. Además, el 70 % de los encuestados teme que las elecciones puedan desencadenar una espiral de violencia, y más de la mitad (56 %) teme que estos comicios podrían marcar el fin de la democracia en EE.UU.
A pesar de la incertidumbre y la ansiedad, los encuestadores destacan que este ambiente de polarización también ha impulsado el activismo. Un 77 % de los adultos encuestados afirma que planea votar en las elecciones, con especial énfasis en las comunidades negras y latinas, que han sido blanco de intensos esfuerzos de movilización por parte de ambos candidatos.
