Después de una espera de tres años, ha comenzado el censo de población en Kosovo, extendiéndose hasta el 17 de mayo. Sin embargo, este proceso no está exento de controversias y desafíos, especialmente en lo que respecta a la transparencia y la participación de ciertos grupos étnicos.
Hace trece años, los ciudadanos de origen serbio boicotearon el censo en el norte, mientras que en el sur de Kosovo, solo una cuarta parte de la población completó el cuestionario. Ahora, se ha anunciado una sanción potencial de hasta 2.000 euros por no participar en el censo, lo que ha avivado tensiones y críticas entre la población.
“La falta de información previa y la falta de una campaña visible para el censo de población ha dejado a la gente desinformada, insuficientemente preparada para este proceso”, señala Marko Milenković, miembro de la ONG ‘Nueva Iniciativa Social’.
Una tensión histórica
El censo también aborda temas sensibles, como los daños sufridos durante el conflicto de los Balcanes. Por primera vez en 25 años, los ciudadanos pueden informar sobre los ‘daños de guerra’, incluyendo pérdidas económicas y humanas, durante el período comprendido entre el 28 de febrero de 1998 y el 12 de junio de 1999.
“Esto se refiere a daños materiales y víctimas de la guerra, temas sobre los cuales no teníamos datos claros hasta ahora. La inclusión de estas preguntas en el cuestionario se decidió para tener datos comparables con organizaciones internacionales”, explica HazBije Qeriqi, responsable de la Agencia de Estadísticas de Kosovo, durante una entrevista de Euronews.
Sin embargo, a pesar de la importancia de abordar estas cuestiones, hay preocupaciones sobre la ausencia de datos específicos sobre las pérdidas sufridas por la comunidad serbia durante el conflicto. Muchos ciudadanos serbios fueron secuestrados y asesinados cuando las fuerzas de seguridad de Serbia se retiraron de la región.
A medida que avanza el proceso del censo, se espera que las autoridades aborden las preocupaciones planteadas por los ciudadanos y garanticen la transparencia y la inclusión de todos los grupos étnicos en este importante ejercicio demográfico. Sin embargo, la falta de datos completos sobre las pérdidas sufridas por la comunidad serbia destaca la necesidad de un enfoque más inclusivo y equitativo para garantizar una reconciliación genuina y una construcción de la paz duradera en la región.