Después de casi un mes de silencio, el rector principal del Consejo Nacional Electoral (CNE), Juan Carlos Delpino, emitió este lunes un comunicado en el que reconoció la gravedad de las irregularidades ocurridas durante las elecciones presidenciales del 28 de julio. De esta forma, se une a las voces de los observadores internacionales que ya habían señalado la falta de transparencia y veracidad en los resultados anunciados.
Ausencia en momentos claves y desacuerdo con el proceso
Delpino, quien decidió no estar presente en la sala de totalización ni en la proclamación de Nicolás Maduro como presidente, argumenta que su ausencia fue una forma de manifestar su desacuerdo con las irregularidades presenciadas. Entre estas, menciona el desalojo de los testigos de oposición y un supuesto hackeo que retrasó la transmisión de los datos la noche de las elecciones. En una entrevista con The New York Times, afirmó desde la clandestinidad que no recibió evidencia de que Maduro ganó las elecciones.
Designación y formación del actual CNE
Nombrado rector del CNE hace un año por la Asamblea Nacional, se unió a un cuerpo de rectores que originalmente tenía una formación favorable a la oposición, con tres miembros alineados con el gobierno y dos con la oposición. Sin embargo, se ha distanciado de las decisiones más controvertidas, como la imposición de requisitos adicionales para el voto de venezolanos en el exterior y la revocación de la invitación a la misión de observación de la Unión Europea.
Reacciones del chavismo y futuro incierto
El chavismo ha respondido con dureza a las declaraciones de Delpino. Diosdado Cabello, vicepresidente del PSUV, ha solicitado su destitución, acusándolo de abandonar su cargo y formar parte de un plan para desconocer los resultados electorales. Venezuela, inmersa en una profunda crisis política, esperaba que estos comicios ofrecieran una salida, pero las palabras del rector sugieren que la solución sigue siendo esquiva. El rector insiste en que el CNE debe presentar las actas de las elecciones para su auditoría por veedores internacionales independientes.