Desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, los lazos entre Moscú y Pyongyang han crecido de manera alarmante, dando lugar a una serie de transacciones que han esquivado las sanciones internacionales. Según un informe exclusivo del Open Source Centre, un grupo de investigación británico, imágenes satelitales y datos de inteligencia han revelado que Rusia ha suministrado a Corea del Norte más de un millón de barriles de petróleo desde marzo de 2024, como parte de un intercambio que involucra armas y tropas para apoyar el esfuerzo bélico ruso en Ucrania.
Este flujo de petróleo hacia Corea del Norte no es solo una violación directa de las sanciones de la ONU, sino un reflejo del creciente desprecio por las normas internacionales. La ONU había impuesto un límite de 500,000 barriles anuales a las importaciones de petróleo de Corea del Norte, con el objetivo de sofocar su economía y frenar el desarrollo de su programa nuclear. Sin embargo, los informes muestran que Rusia ha violado sistemáticamente esta restricción, proporcionando a Pyongyang cantidades que superan con creces ese umbral.
Un intercambio estratégico y peligroso
El comercio de petróleo es solo la punta del iceberg de una relación cada vez más estrecha entre ambos países, que ha visto cómo Corea del Norte ha enviado a Moscú miles de contenedores con proyectiles de artillería y cohetes. A cambio, Kim Jong-Un ha obtenido no solo recursos estratégicos como el petróleo, sino también un apoyo crucial para mantener su propio régimen. El petróleo que Rusia ha entregado a Corea del Norte es vital para el funcionamiento del ejército norcoreano, alimentando todo, desde lanzamisiles hasta fábricas de municiones.
El análisis de las imágenes satelitales muestra que los petroleros norcoreanos han llegado al puerto ruso de Vostochny en al menos 43 ocasiones desde marzo, a menudo con sus rastreadores apagados para ocultar sus movimientos. El flujo de petróleo ha sido constante, lo que indica que Rusia está proporcionando un suministro regular y significativo a su aliado en el Lejano Oriente.
La relación entre ambos países se ha intensificado desde que Pyongyang comenzó a enviar armas a Moscú a principios de la invasión, lo que coincidió con un aumento en los intercambios petroleros. Rusia, desesperada por sostener su campaña en Ucrania, se ha vuelto cada vez más dependiente de Corea del Norte no solo para obtener recursos estratégicos, sino también para asegurar tropas adicionales en el terreno.
Violación de las sanciones de la ONU
El comercio de petróleo no solo representa una violación de las sanciones impuestas a Corea del Norte, sino que también subraya un nuevo nivel de impunidad en la política internacional. Rusia, como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, es responsable de implementar las sanciones contra Pyongyang. Sin embargo, Moscú ha utilizado su poder de veto en el Consejo para proteger sus propios intereses geopolíticos y ha desmantelado recientemente el panel de la ONU encargado de monitorear las violaciones de estas sanciones.
Las transferencias de petróleo entre ambos países no solo están violando las reglas del Consejo de Seguridad de la ONU, sino que también se están llevando a cabo a través de buques que han sido sancionados individualmente por el organismo internacional. De hecho, más de la mitad de los viajes rastreados por el Open Source Centre involucraron a barcos sujetos a sanciones, lo que significa que Rusia está facilitando estas operaciones clandestinas a sabiendas de que están en contra de las resoluciones internacionales.
La dependencia de Rusia del petróleo de Corea del Norte ha proporcionado al régimen de Kim Jong-Un una estabilidad económica que no había experimentado desde la imposición de las sanciones en 2017. En un contexto donde la economía norcoreana se encuentra en ruinas debido a las restricciones internacionales y la pandemia de COVID-19, el petróleo suministrado por Rusia actúa como un salvavidas para el régimen de Kim, dándole los recursos necesarios para mantener a flote su maquinaria militar y su élite gobernante.
Para Corea del Norte, recibir petróleo de Rusia representa un negocio mucho más ventajoso que las complicadas y costosas redes de contrabando que ha utilizado en el pasado. Ahora, se cree que está recibiendo petróleo de calidad directamente de Rusia, probablemente a un costo mucho menor, e incluso podría estar recibiendo la materia prima gratis, como pago por su apoyo militar a Moscú. Esta relación se ha vuelto aún más valiosa para Pyongyang, especialmente cuando se considera que el suministro de petróleo en el mercado internacional está estrictamente limitado debido a las sanciones.