Imagen: Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum, en una imagen de archivo. / AP
La toma de posesión de la presidenta electa Claudia Sheinbaum ha sido el último motivo de choque entre México y España. Las autoridades españolas anunciaron a última hora del martes que no tendrán representación oficial “a ningún nivel” en la ceremonia del próximo 1 de octubre, después de que se revelase que la Casa Real no había recibido la invitación, un hecho que calificaron como “inaceptable”.
Sheinbaum reveló este miércoles el porqué detrás de la decisión de no invitar al Rey, y está directamente relacionada con el hecho de que Felipe VI no respondiese a la carta que le envió su antecesor al frente del país, Andrés Manuel López Obrador, en la que le exigía sus disculpas por los “agravios” que, como sostiene la leyenda negra española, cometió el Imperio Español durante conquista de América.
Como «lamentablemente, dicha misiva no mereció respuesta alguna de forma directa», dijo Sheinbaum, el Gobierno mexicano no ha contado con el Rey de España para la oficialización del inicio de su presidencia, siendo un país que tradicionalmente ha invitado a los monarcas españoles por los estrechos lazos históricos que ambos países mantienen.
La futura mandataria explicó también que recibió una llamada «hace un par de días» del presidente del Gobierno español en la que trataron directamente el anuncio de España del martes sobre no enviar a ningún representante a su toma de posesión del próximo 1 de octubre por haber excluido a Felipe VI de la invitación a ese acto.
El PSOE critica la decisión y Sumar se desmarca
En línea con lo expresado horas antes por el Ministerio de Exteriores, la ministra de Defensa Margarita Robles ha criticado este miércoles la decisión de no invitar al monarca. “Exteriores lo ha dicho clarísimamente. El jefe de Estado, el Rey de España, va siempre a todas las tomas de posesión y, por tanto, no podemos aceptar el que en este caso se le excluya. Si se le excluye, España no va a estar representada, lo cual sentimos muchísimo porque el pueblo mexicano es un pueblo hermano”, ha valorado a preguntas de los periodistas en el Congreso.
En cambio, los partidos de Sumar se desmarcan de la decisión. Aunque desde la dirección del grupo parlamentario trasladan que quieren evitar abrir un conflicto con el PSOE y asumen que corresponde a Exteriores y al presidente fijar esa política, fuentes consultadas por El País no ocultan su incomodidad con una ausencia que admiten que los coloca en una situación complicada por sus alianzas con otros partidos progresistas de América Latina.
De hecho, la vicepresidenta segunda tenía previsto acudir a México como parte de la delegación oficial de España antes de conocer la decisión de Exteriores y el secretario primero de la Mesa del Congreso, el diputado de Sumar Gerardo Pisarello, ha anunciado por la tarde que irá.