El Consejo de Europa ha adoptado una postura más firme y beligerante hacia Irán, reflejando preocupaciones sobre su influencia en la desestabilización de Oriente Medio y su impacto en la seguridad europea. La resolución, presentada por Max Lucks, miembro del Bundestag alemán, destaca la crítica a la situación de los derechos humanos en Irán y las actividades de inteligencia del país en el extranjero.
Se menciona el apoyo de Irán a grupos como Hamas, Hizbulá y los hutíes, así como su colaboración con el régimen de Assad y su postura hacia Israel. Todo esto contribuye a la percepción de Irán como una amenaza significativa no solo para la región, sino también para la seguridad a nivel europeo y global.
Guardia Revolucionaria Islámica como organización terrorista
La resolución también aconseja considerar la clasificación del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGC) como una organización terrorista. Actualmente, se están llevando a cabo conversaciones en la UE sobre la inclusión de los Guardianes de la Revolución Islámica en la lista de terroristas de la UE, y Alemania está avanzando en ello.
La resolución llega en un momento en que la situación en Oriente Medio es más que tensa. Casi al mismo tiempo que el debate en Estrasburgo, Irán disparó 180 misiles balísticos contra Israel. Fue la segunda vez después del 13 de abril que Irán atacó a Israel directamente desde su suelo. En el conflicto con la milicia terrorista Hezbolá, aliada de Irán, Israel había comenzado una ofensiva terrestre en Líbano a principios de semana.
Disuasión, sanciones y medidas de seguridad
En general, la resolución está impregnada de la clara voluntad de adoptar una postura más dura hacia Teherán. Europa debería coordinarse transatlánticamente y desarrollar «sus propias capacidades de disuasión» e imponer más sanciones selectivas contra la élite de poder de Irán. La política exterior debe medirse en función del fortalecimiento de los actores de la sociedad civil en el país. La resolución también pide mejoras en las medidas de seguridad para la diáspora iraní en Europa.
«Desafortunadamente, el informe se volvió más actual que nunca el martes por la noche», dijo el delegado del Consejo de Europa, Lucks. «La decisión es un elemento fundamental para un punto de inflexión en la política hacia Irán. El hecho de que parlamentarios de 46 países se hayan dado cuenta de un fracaso de la política europea hacia Irán hasta la fecha y estén ejerciendo una presión masiva para que la Guardia Revolucionaria sea incluida en la lista de organizaciones terroristas me da esperanza». Uno ve a la gente en Irán que, a diferencia de su régimen, no quiere esta guerra. «Son parte de la solución para la paz en la región».
En la conclusión de su informe, Lucks había declarado previamente, entre otras cosas, que se debe detener cualquier apoyo directo o indirecto, pero especialmente la exportación de tecnologías que puedan usarse para monitorear y oprimir a las personas.
Los países deben aprovechar las oportunidades que ofrece el acuerdo nuclear
En su informe, Lucks también señala el llamado mecanismo de «snap-back,» que se acordó como parte del acuerdo nuclear con Irán. Esto significaría que las sanciones amplias de las Naciones Unidas que existían antes del acuerdo volverían a entrar en vigor. El resto de los socios occidentales del acuerdo, es decir, Alemania, Francia y el Reino Unido, podrían activar este mecanismo, dice el informe: «La amenaza de ello por sí sola podría tener un efecto, porque la República Islámica ha temido este paso durante años, ya que también reduciría las sinecuras económicas de la élite«.
Desde que Estados Unidos, bajo la presidencia de Donald Trump, se retiró unilateralmente del acuerdo nuclear en 2018, Irán ha violado el acuerdo y ha enriquecido uranio casi a niveles de grado armamentístico. El Consejo de Europa es una organización internacional independiente de la UE, con sede en Estrasburgo, que trabaja para proteger los derechos humanos, la democracia y el Estado de Derecho. Además de los 27 Estados miembros de la UE, otros 19 Estados europeos son miembros, entre ellos Turquía, Azerbaiyán y Armenia, tres Estados fronterizos con Irán.