Imagen de un edificio destruido en el sur de Líbano por los bombardeos israelíes. EFE/EPA/STR
Después de tres días de bombardeos masivos, más de 600 muertos y el éxodo de casi el 10% de la población de Líbano, el jefe del Estado Mayor de Israel Herzi Halevi ha anunciado este miércoles que está preparando la invasión del país vecino. “Escucháis los aviones de combate sobre vuestras cabezas. Hemos estado atacando todo el día. Esto es tanto para preparar el terreno para vuestra posible entrada y para continuar degradando a Hizbulá”, ha afirmado a sus subordinados.
“Estamos preparando el proceso de maniobra, lo que significa que vuestras botas militares entrarán en territorio enemigo, entrarán en pueblos que Hizbulá ha preparado como grandes puestos militares avanzados, con infraestructura subterránea, puntos de reunión y plataformas de lanzamiento contra nuestro territorio”, ha añadido. “Vuestro encuentro con los operativos de Hizbulá les mostrará lo que significa enfrentarse a una fuerza profesional, altamente cualificada y experimentada en combate”.
Horas antes, el ejército había anunciado la movilización de varias brigadas en el norte del país. Ambos anuncios, este miércoles, se producen tras días de especulación sobre una incursión terrestre en el sur de Líbano.
Por su parte, el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu ha rechazado dar detalles sobre sus planes, pero ha declarado en un mensaje difundido en un vídeo que están más fuertes que nunca: “Estamos asestando golpes a Hizbulá que nunca podía imaginar; lo estamos haciendo con fuerza e inteligencia”.
Los líderes políticos del mundo quieren que Hizbulá acepte un alto el fuego
Desde hace días, tanto el Gobierno de Israel como los mandos militares lanzan la hipótesis de una invasión del vecino del norte. La nueva movilización de reservistas “permitirá continuar con los combates contra la organización terrorista Hizbulá, la defensa del Estado de Israel y la creación de las condiciones para que los residentes del norte de Israel puedan regresar a sus hogares”, señala un comunicado. Fuentes militares israelíes señalan que siguen apostando por un acuerdo, pero el incremento de la tensión ha llevado a Estados Unidos a encabezar un frente diplomático internacional para tratar de frenar la escalada.
Mientras tanto, todos los líderes del mundo se reúnen en la Asamblea General de la ONU con la atención puesta en los próximos pasos del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. EEUU insiste en que una salida negociada aún es posible pese a la escalada evidente liderada por Israel. Públicamente, Washington no está intentando parar a Netanyahu, sino que sus esfuerzos se centran en que Irán no “alimente” el conflicto.
El periódico israelí Haaretz informa que EEUU, Francia y varios países árabes están intentando promover en el marco del debate de la ONU en Nueva York un plan de alto el fuego en Líbano para impedir una guerra a gran escala. Sin embargo, Israel parece haber tomado su decisión. El comandante israelí del mando norte Uri Gordin ha afirmado este miércoles que la guerra ya ha entrado en una “fase diferente” en la que los soldados deben estar listos para “la maniobra y la acción”.
La idea que se está gestando en los pasillos de la sede de la ONU requiere, entre otras cosas, que Hizbulá acepte un alto el fuego sin que se haya alcanzado uno para Gaza. El grupo armado libanés empezó a lanzar cohetes contra territorio israelí el 8 de octubre de 2023 como muestra de “solidaridad” con el pueblo palestino y para “liberar” territorio ocupado en los Altos del Golán.
Por su parte, fuentes libanesas y palestinas han informado a Haaretz que Hamás y Hizbulá están buscando un acuerdo de alto el fuego que vincule los dos frentes —Gaza y Líbano— y así se lo han comunicado a los negociadores de EEUU, Francia y de otros países árabes involucrados en las conversaciones.