Recientemente, Estados Unidos ha incrementado sus acciones de intimidación militar en Oriente Medio, enfocándose principalmente en Irán, que está vinculado a varias organizaciones militantes. Según datos obtenidos por expertos en aviación y análisis de inteligencia de código abierto, al menos cuatro bombarderos furtivos B-2 han sido desplegados en la isla británica de Diego García, situada en lo profundo del Océano Índico. Este movimiento parece ser parte de un despliegue avanzado, diseñado para permitir ataques contra Irán desde el sur, lo que representaría una distancia más corta en comparación con el Reino Unido.
Informes de THE WARZONE y The Aviationist indican que las imágenes satelitales han mostrado que, en las últimas 48 horas, al menos tres aviones de transporte C-17 y diez aviones cisterna han sido enviados a Diego García. Este territorio británico, de gran valor estratégico, ha servido como punto de tránsito para intervenciones estadounidenses en el Medio Oriente en diversas ocasiones anteriores. Los analistas de aviación, utilizando rastreadores de vuelos, registros de comunicación y datos de la comunidad de observadores, han podido reconstruir el despliegue de los B-2 en la isla.
Se detalla que, debido a que los B-2 no emiten señales de transpondedor en los sitios de rastreo, se comunican directamente con el control de tráfico aéreo. Mediante este sistema y con el apoyo de los aviones cisterna, la información sobre sus vuelos se ha logrado reconstruir. De este modo, se ha detectado que, desde el 24 de marzo, al menos cuatro bombarderos B-2 con los indicativos PITCH 11, 12, 13 y 14 han sido enviados hacia el Océano Índico, representando casi el 21% de la flota de estos aviones.
La isla Diego García es un atolón bajo control británico, ubicado a unos 3.800 kilómetros al sur de Irán. Las imágenes satelitales han mostrado la presencia de cuatro hangares B-2 en el aeropuerto de la isla, que pueden ser utilizados para transportar aviones furtivos y pueden estar operativos en unos 70 días.
Aunque el gobierno estadounidense no ha confirmado oficialmente el despliegue de los B-2, se especula que estos podrían haber sido enviados a la región como preparación para posibles operaciones militares. A pesar de que actualmente Estados Unidos realiza ataques aéreos contra los hutíes en Yemen, el uso de bombarderos furtivos a gran escala contra un enemigo con capacidades limitadas de defensa aérea parece improbable.
En cambio, el despliegue de los B-2 podría estar relacionado con Irán, especialmente después de que la administración Trump impuso sanciones económicas al país persa, lo que lo colocó entre la disyuntiva de aceptar un acuerdo o enfrentar posibles represalias militares.