El informe de Mario Draghi, expresidente del Banco Central Europeo y ex primer ministro de Italia, ha revelado la necesidad urgente de que Europa se reinvente para preservar su independencia y soberanía. Este documento, solicitado por Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, expone cómo los pilares fundacionales de la UE, prosperidad, equidad, libertad, paz y democracia en un entorno sostenible, están en peligro. Draghi subraya que, si Europa no logra garantizar estos principios fundamentales o si se ve forzada a sacrificarlos en favor de otros objetivos, la Unión Europea perderá su razón de ser.
Un cambio radical en la inversión económica
Draghi propone una inversión anual de 800.000 millones de euros, equivalente al 4,7% del PIB de la UE, algo que no se veía desde los años sesenta. Según el informe, este nivel de inversión es crucial para abordar los desafíos económicos y tecnológicos que enfrenta Europa. «Para lograr este incremento, la inversión debería pasar del 22% actual del PIB al 27%«, señala Draghi, lo que implicaría revertir un declive que ha afectado a las principales economías europeas durante décadas.
El sistema universitario: el eslabón débil en la cadena de innovación
El informe no solo se enfoca en los aspectos económicos, sino que también destaca el rezago de Europa en el ámbito educativo y de investigación. Bajo el título «Falta excelencia académica», Draghi analiza cómo el sistema universitario de la UE, aunque sólido, no alcanza los niveles de excelencia que tienen las universidades de Estados Unidos y China. Solo cuatro universidades de la UE figuran entre las 50 mejores del mundo, según el ranking QS de 2024, lo que limita la capacidad de innovación y crecimiento económico.
En términos de publicaciones científicas, la situación es aún más preocupante. Solo tres instituciones de la UE están entre las 50 mejores del mundo, frente a 21 de Estados Unidos y 15 de China. Este bajo rendimiento académico afecta directamente la capacidad de Europa para innovar, dado que las universidades son esenciales en los ecosistemas de innovación. Además, Draghi señala una falta de interacción entre las universidades y el sector empresarial, lo que dificulta la transferencia de tecnología y la retención de talento.
La fuga de talento: una consecuencia directa de la falta de excelencia
El informe también menciona que la UE tiene dificultades para atraer y retener talento debido a la falta de prestigio de sus instituciones académicas. Esto se agrava por las «pobres condiciones laborales» que enfrentan muchos trabajadores, especialmente en el sector de la educación, donde los salarios son bajos y las cargas de trabajo, altas. Aunque esta situación no afecta por igual a todos los países de la UE, representa un desafío significativo para el crecimiento económico de la región.