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El Partido Popular Europeo (PPE) condicionó su apoyo a Teresa Ribera como futura vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea a tres compromisos clave. En primer lugar, exigió que Ribera comparezca ante el Congreso de los Diputados para explicar su gestión frente a la reciente DANA. En segundo lugar, pidió que la candidata se comprometa a dimitir si surge alguna responsabilidad judicial que pueda comprometer su papel en el Ejecutivo comunitario. Por último, plantearon como requisito que los socialistas europeos aprueben las candidaturas del italiano Rafaele Fitto y el húngaro Olivér Várhelyi.
Aunque el PPE español insiste en oponerse a Ribera, esta postura no influirá directamente en el voto del resto del grupo europeo, que busca negociar un acuerdo más amplio para los nombramientos.
Tensiones entre socialistas y populares
La semana pasada, Ribera compareció ante la Eurocámara, pero la votación sobre su candidatura quedó aplazada sin fecha. Este retraso, según el PPE, se debe a la negativa de los socialistas a respaldar a Rafaele Fitto, candidato apoyado por la primera ministra italiana Giorgia Meloni. Los socialistas argumentan que Fitto representa un perfil demasiado cercano a la extrema derecha y carece de las credenciales necesarias para un puesto de alta responsabilidad en el bloque europeo.
El lunes anterior, en una reunión entre populares, socialistas y liberales, se alcanzó un principio de acuerdo para votar en bloque a los seis vicepresidentes ejecutivos, evitando vetos cruzados. Sin embargo, el pacto se rompió tras la tensa intervención de Ribera en la Eurocámara y las demandas del Partido Popular español para que Pedro Sánchez proponga otra candidata debido a la polémica gestión de la DANA.
Amenazas de veto y acusaciones cruzadas
La ruptura del acuerdo llevó a que los socialistas amenazaran con bloquear la designación de todo el colegio de comisarios, argumentando que las vicepresidencias ejecutivas deben distribuirse exclusivamente entre partidos europeístas: socialistas, populares y liberales. Este planteamiento excluye directamente al candidato de Meloni.
Además, los socialistas acusaron al líder del PPE, Manfred Weber, de aliarse con la derecha radical y romper la coalición de centro que ha dirigido las instituciones comunitarias durante décadas.
Escenario incierto para los nombramientos
Con la votación aún sin fecha definida y las tensiones en aumento, el futuro de Ribera como vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea está en el aire. Mientras tanto, la estrategia del Partido Popular Europeo se centra en mantener su influencia en las negociaciones, mientras que los socialistas buscan afianzar el bloque europeísta tradicional y evitar concesiones que consideren perjudiciales para su visión del proyecto comunitario.