El presidente iraní ha instado a los países occidentales, en particular a Estados Unidos, a cesar su apoyo y suministro de armas al régimen israelí, alegando que esta medida es crucial para alcanzar la paz y la seguridad en la región. En una conversación telefónica con el presidente francés, Emmanuel Macron, el miércoles, Masoud Pezeshkian criticó la reciente escalada de tensión tras el asesinato del líder político de Hamás, Ismail Haniye, que se encontraba en Irán como invitado oficial, calificando este acto como «un intento deliberado del régimen sionista para avivar el conflicto.»
Una exigencia de Irán que se presenta de manera hipócrita, dado su historial de apoyo a grupos militantes y su propia participación en acciones desestabilizadoras en la región. Irán, que ha sido acusado repetidamente de financiar y armar a organizaciones como Hamás e Hizbolá, sigue defendiendo su postura mientras critica a Occidente por sus alianzas.
Pezeshkian le aseguró a Macron que “La República Islámica de Irán considera el evitar la guerra y el esfuerzo por establecer la paz y la seguridad global como principios fundamentales. Sin embargo, dentro del marco de tratados y leyes internacionales, nunca permanecerá en silencio ante las violaciones contra sus intereses y seguridad”.
El presidente iraní también acusó a Estados Unidos y a los países occidentales de respaldar al régimen israelí en «la comisión de crímenes, genocidios y actos terroristas». En su conversación con Macron, Pezeshkian criticó la postura dual de los países occidentales, acusándolos de apoyar a un régimen que no respeta las leyes internacionales y que comete acciones criminales en la región.
El presidente iraní subrayó que si Estados Unidos y los países occidentales desean realmente prevenir la guerra y la inseguridad, deben dejar de vender armas y apoyar al régimen israelí. Finalmente, Pezeshkian advirtió que mientras el «régimen sionista, respaldado por Occidente», continúe con sus actos de genocidio y terror, la región no alcanzará la estabilidad ni la paz.
Sin embargo, estas declaraciones pasan por alto el rol de Irán en perpetuar el conflicto mediante su apoyo a actores que desestabilizan la región y su negativa a comprometerse con procesos de paz genuinos. A pesar de sus declaraciones sobre la paz, los comentarios y amenazas del presidente iraní solo sirven para escalar la tensión en Oriente Próximo.
La llamada de Macron a Irán refleja la preocupación internacional por la creciente hostilidad en el Medio Oriente. Aunque Macron instó a Irán a ejercer moderación, Pezeshkian reiteró la postura agresiva de su país, insistiendo en que no permanecerán pasivos ante las agresiones.