El príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman, ha expresado su temor a ser asesinado debido a sus esfuerzos por normalizar las relaciones con Israel, según declaraciones hechas a legisladores estadounidenses que lo visitaron recientemente.
Durante las conversaciones con los congresistas, Bin Salman mencionó que su vida está en peligro como resultado de sus intentos de formalizar un acuerdo tripartito que involucra a Estados Unidos e Israel. Este pacto, que representa un hito diplomático significativo, enfrenta una fuerte oposición tanto dentro de Arabia Saudí como en la región más amplia de Oriente Medio, especialmente debido a la creciente hostilidad hacia Israel en el contexto del conflicto en Gaza y la entrada de Irán en el conflicto.
Bin Salman ha hecho referencia al caso del exlíder egipcio Anwar Sadat, quien fue asesinado tras firmar un acuerdo de paz con Israel en 1979. Según se informa, el príncipe saudí preguntó a los legisladores estadounidenses qué medidas tomó Estados Unidos para proteger a Sadat y cómo podría evitar un destino similar. La mención de Sadat refleja la preocupación de Bin Salman por las posibles repercusiones de sus acciones, no solo desde grupos opositores dentro de su propio país, sino también desde el mundo árabe, pudiendo señalarse a Irán como la principal amenaza para el príncipe.
Además, ha subrayado que cualquier acuerdo que involucre a Arabia Saudí e Israel debe incluir un camino claro hacia la creación de un estado palestino. Este punto es crucial para Bin Salman, dado que la situación en Gaza ha exacerbado la furia árabe hacia Israel, lo que podría desencadenar una reacción violenta contra cualquier líder que se perciba como aliado de Tel Aviv sin asegurar concesiones significativas para los palestinos.
Recientemente, medios de comunicación israelíes informaron que Tel Aviv había suspendido el proceso de normalización de relaciones con Riad. Según estos informes, el primer ministro del régimen israelí, Benjamin Netanyahu, decidió posponer las medidas para avanzar en la normalización de las relaciones con Arabia Saudita hasta después de las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Esta decisión se tomó en un contexto de rápidos cambios políticos en Norteamérica y una situación extremadamente tensa en la Franja de Gaza.
Netanyahu, que enfrenta desafíos políticos internos, había planeado utilizar la normalización de relaciones con Arabia Saudita como una estrategia para estabilizar su posición política en Israel. Sin embargo, la decisión de posponer este proceso hasta después de las elecciones en Estados Unidos sugiere que tanto Riad como Tel Aviv están evaluando cuidadosamente los riesgos y las oportunidades antes de avanzar en un acuerdo tan controvertido.
En resumen, Mohammed bin Salman enfrenta una encrucijada diplomática compleja y peligrosa, donde los intereses nacionales, la seguridad personal y la estabilidad regional están en juego. Sus temores de un posible asesinato reflejan la profundidad de las divisiones y las tensiones que este intento de normalización podría desencadenar en el mundo árabe y más allá.