Celine Dion ha dejado claro a Donald Trump que su icónica canción «My Heart Will Go On» no está autorizada para fines políticos. Aunque la pieza, que se hizo famosa por la película Titanic, fue escrita por James Horner y Will Jennings, el uso de la canción por parte del candidato republicano ha generado descontento en la cantante canadiense. El candidato a la vicepresidencia, JD Vance, utilizó la melodía en un mitin en Montana, lo que llevó a Dion, a través de su discográfica Sony Music, a expresar su rechazo formal y a aclarar que no respalda este uso.
Casos anteriores de uso polémico de música
El incidente con Dion no es un caso aislado. A lo largo de los años, numerosos artistas han protestado contra el uso de sus canciones por políticos. En 2015, Steven Tyler de Aerosmith pidió a Trump que dejara de usar «Dream On», advirtiendo que su uso infringía los derechos de autor. Trump respondió de manera irónica, diciendo que Tyler había recibido más publicidad por su solicitud que en una década.
Elton John también se manifestó en 2016, pidiendo a Trump que dejara de usar «Tiny Dancer» en sus eventos. Aunque diplomático, Elton expresó que no quería que su música se asociara con una campaña política estadounidense. Más tarde, se negó a actuar en la toma de posesión de Trump.
Ozzy Osbourne, por su parte, se opuso a que Trump utilizara «Crazy Train» en 2019, sugiriendo alternativas musicales para el magnate.
Intervenciones de artistas en campañas electorales
El rechazo a la utilización política de canciones no es nuevo. En 2008, Sam Moore de Sam & Dave pidió a Barack Obama que dejara de usar «Hold On, I’m Comin'» en sus actos. Obama accedió a la solicitud. El mismo año, Jackson Browne demandó al senador republicano John McCain por usar «Running On Empty» sin autorización, alcanzándose un acuerdo extrajudicial.
En 1988, Bobby McFerrin solicitó a George H. W. Bush que dejara de usar «Don’t Worry, Be Happy» durante su campaña presidencial, ya que McFerrin apoyaba al demócrata Michael Dukakis.
Apoyos notables a Kamala Harris
En contraste, Beyoncé recientemente autorizó el uso de su canción «Freedom» para la campaña de Kamala Harris. La cantante texana, conocida por ser estricta con el uso de su música, permitió que su tema sonara en un mitin de Harris después de recibir la autorización previa de sus representantes.
La campaña de Harris también ha contado con el apoyo de otras estrellas de Hollywood, como George Clooney, Barbra Streisand, y Mark Hamill, así como de artistas como Katy Perry, Ariana Grande y Demi Lovato. La influencia de las celebridades en la política parece estar en aumento, con muchos artistas manifestando su apoyo a Harris en redes sociales.