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El Jefe del Estado, Felipe VI, ha comenzado su gira por las repúblicas bálticas con una visita a Estonia, con el objetivo de estrechar relaciones y mostrar el respaldo de España a las fuerzas de disuasión de la OTAN en el flanco oriental. En un encuentro con el presidente estonio, Alar Karis, el monarca español reiteró el compromiso de España con el liderazgo de Estonia frente a la agresión rusa en Ucrania. Además, anunció el despliegue de una batería de misiles Nasams, que llegará en septiembre y permanecerá hasta diciembre, marcando la segunda ocasión en que este armamento se envía al país.
Agradecimiento a las tropas
Durante una cena oficial en el Palacio presidencial de Kadriorg, tras visitar a las tropas en el puerto de la capital, Felipe VI agradeció a los militares por su dedicación a la seguridad internacional. Destacó que, a pesar de la distancia geográfica, España se siente muy cercana a las exrepúblicas soviéticas, especialmente en un momento en que “la guerra está sacudiendo el corazón de Europa y muchos de nuestros ciudadanos sienten miedo por el futuro”.
El Rey enfatizó su apoyo como aliado de la OTAN y socio de la UE, asegurando que el país báltico puede contar con España en cualquier circunstancia. Recordó su promesa al presidente ucraniano, Volodomir Zelensky, de mantener el apoyo “todo el tiempo que sea necesario hasta que recupere su integridad y soberanía”.
Fortalecimiento de las relaciones económicas y de infraestructura
Aunque las relaciones económicas entre España y Estonia aún no han alcanzado su máximo potencial, Felipe VI subrayó durante la cena la apuesta española por proyectos de interconexión en Europa, como el Rail Baltica, que unirá Finlandia con Polonia. Recordó la experiencia de España en el campo de la alta velocidad y destacó la colaboración de empresas españolas en este proyecto, como parte de un consorcio liderado por la alemana DB, junto a INECO y RENFE.
Los eventos durante la visita
La visita oficial incluyó una serie de eventos protocolarios, comenzando con honores militares y coincidiendo con la celebración estonia de Jaaniooks, el equivalente a San Juan. El monarca hizo referencia a esta festividad al iniciar su discurso, simbolizando el triunfo de la luz sobre la oscuridad, una metáfora para los tiempos difíciles que atraviesa Europa.
El presidente de la República de Estonia, Alar Karis, mostró gran interés en recibir al Rey y acompañarlo durante toda la jornada, incluso modificando su agenda festiva. Tras la visita al Parlamento, Felipe VI, vestido con uniforme de la Armada, embarcó en el portaaviones “Juan Carlos I”, donde fue recibido por la tripulación y altos mandos militares.