Las primeras reacciones en Europa ante la caída del régimen de Bashar al-Assad oscilan entre el alivio por el fin de un régimen sangriento, pero preocupación por el futuro de un país fracturado. Alemania, que está en primera línea de la acogida de refugiados sirios, ha reaccionado con gravedad. «Buenas noticias» acogidas con beneplácito por el canciller Olaf Scholz. «Assad reprimió brutalmente a su propio pueblo, causó innumerables muertes y obligó a millones de sirios a huir de su país«, recordó, insistiendo en la urgencia de restaurar «la ley y la justicia» en Siria.
El número de personas de origen sirio, incluidas las que tienen la ciudadanía alemana, se estimó en alrededor de 1.281.000 en 2023. Además, la población de nacionalidad siria residente en Alemania se sitúa en 972.460 en 2023, lo que los convierte en el segundo grupo más numeroso de extranjeros que viven en el país.
Alivio y preocupación en Alemania
La ministra de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, se mantuvo en este tono. «El fin de Assad significa para millones de sirios el primer gran alivio después de una eternidad de terror bajo su gobierno«, dijo. «Assad ha matado, torturado y utilizado armas químicas contra su propio pueblo». El jefe de la diplomacia alemana también advirtió sobre el riesgo de caos. «El país no debe caer en manos de otros radicales, no importa cuál sea su rostro«, se preocupó. Pidió que se protegiera a las minorías étnicas y religiosas, como los kurdos, los alauitas y los cristianos, y que se estableciera un proceso político inclusivo.
Muchos temen un escenario al estilo libio que no traería estabilidad a la ya volátil región. Según ACNUR, Turquía acoge a 3,76 millones de refugiados sirios, la cifra más alta del mundo, mientras que 1,9 millones de sirios están registrados en Egipto, Irak, Jordania y Líbano. El polaco Donald Tusk es el único, hasta la fecha, que ha establecido el enlace entre Siria y Ucrania. Según él, «los acontecimientos en Siria» deberían dejar claro que «incluso el régimen más cruel puede caer y que Rusia y sus aliados pueden ser derrotados«.
En Italia, el jefe de la diplomacia, Antonio Tajani, ofreció el domingo una detallada conferencia de prensa marcada por una especial atención a la seguridad de los ciudadanos italianos en Siria. «Tuvimos una reunión de emergencia con todos los embajadores italianos presentes en la región, empezando por el de Damasco, pero también con nuestros embajadores en Rusia y Turquía, para una evaluación general de la situación», explicó.
Minorías como los cristianos deben protegerse en Siria
El jefe de la diplomacia italiana reveló que un grupo armado había entrado en el jardín de la residencia del embajador italiano en Damasco. «No hubo violencia contra el embajador ni contra los carabinieri. Solo se llevaron tres autos«, dijo. Agregó que los diplomáticos italianos ahora están trabajando «de manera segura, lejos de casa y de forma remota«. En cuanto a los ciudadanos italianos, Antonio Tajani dijo que un grupo de quince personas había podido cruzar la frontera siria para llegar al Líbano, gracias a la ayuda de la embajada italiana en Beirut. «Todos están ahora a salvo«, afirmó.
En el plano político, el ministro de Asuntos Exteriores italiano aboga por una transición pacífica. Al igual que Annalena Baerbock, también insistió en la necesidad de proteger a las minorías, en particular a los cristianos, y de preservar la unidad política de Siria. «La presencia cristiana en Oriente Medio no es solo la defensa de una minoría, sino también un factor de estabilidad y equilibrio en la región«, concluyó.
Aumento del terrorismo y crisis migratoria
Las reacciones de las instituciones europeas destacaron las oportunidades que ofrece la caída de Assad, al tiempo que subrayaron los desafíos futuros. Kaja Kallas, la nueva Alta Representante de la UE, ha dado la bienvenida «al fin de una dictadura cruel y largamente temida«, al tiempo que ha señalado que revela «la debilidad de los partidarios de Assad, especialmente Rusia e Irán«. Hizo hincapié en la necesidad de garantizar la seguridad regional y pidió un compromiso constructivo para reconstruir Siria. «El proceso será largo y complicado«, advirtió.
Antonio Costa, presidente del Consejo Europeo, adoptó un tono más optimista, viendo este evento como una oportunidad histórica. «La dictadura de Assad ha causado un inmenso sufrimiento. Con su final, está surgiendo una nueva oportunidad de libertad y paz para el pueblo sirio«, dijo.
Costa también reafirmó el compromiso de la UE de trabajar con los sirios para construir un futuro mejor. Por último, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, habló de un «cambio histórico«. Al igual que Antonio Costa, Ursula von der Leyen aseguró que Europa está dispuesta a apoyar la reconstrucción de un Estado sirio inclusivo, que garantice la protección de las minorías y la unidad nacional.
Donald Trump apuesta por la no intervención
La caída de Assad marca un importante punto de inflexión para Siria y la región. Pero también plantea enormes desafíos para Europa, que tendrá que combinar la ayuda humanitaria, el apoyo a la reconstrucción y la gestión de los flujos migratorios. Si Alemania ha mostrado el camino acogiendo a más de un millón de refugiados, la respuesta europea tendrá que ser colectiva y coordinada.
Como señaló Antonio Tajani, «la situación en Siria está en constante cambio«. Una pregunta sigue sin respuesta: ¿qué actitud adoptará Vladimir Putin en la región? Donald Trump, por su parte, no esperó a saber hacia dónde se dirige Siria para adoptar una posición clara y aislacionista.
En una declaración con un tono característico en X, el nuevo presidente de Estados Unidos insistió en el debilitamiento de Rusia, que atribuye a sus pérdidas en Ucrania. «Rusia, con la pérdida de más de 600.000 soldados en Ucrania, parece incapaz de detener esta marcha literal a través de Siria«. Concluyó contundentemente: «Siria es un desastre, pero no es nuestro amigo, y Estados Unidos no debe tener nada que ver con eso. Esta no es nuestra lucha. Dejemos que se las arreglen por sí mismos, ¡no nos involucremos!»