El reciente tiroteo ocurrido durante un mitin de campaña del expresidente Donald Trump en Pensilvania ha sido interpretado por expertos chinos como una muestra palpable del ambiente político tóxico que actualmente prevalece en Estados Unidos. Este incidente, según los analistas, subraya la polarización y volatilidad que caracterizan el panorama político estadounidense en estos tiempos.
Li Haidong, profesor de la Universidad de Asuntos Exteriores de China, destacó que «este incidente demuestra lo polarizado y volátil que se ha vuelto el panorama político estadounidense, con acusaciones mutuas y ataques personales entre los candidatos». Esta observación apunta a una creciente tensión que, según los expertos, podría propiciar más actos de violencia durante el proceso electoral.
Diao Daming, experto de la Universidad de Renmin en Pekín, hizo una comparación directa con el tiroteo contra George Wallace en 1972, sugiriendo que la situación actual recuerda a la inestabilidad de aquella época. La comparación de Daming resalta la gravedad del ambiente actual, equiparándolo con uno de los periodos más turbulentos en la historia política reciente de Estados Unidos.
«La imprevisibilidad es la característica más importante de las elecciones estadounidenses, por lo que es difícil predecir si este incidente fortalecerá o debilitará la campaña de Trump», concluyó Li Haidong. Esta declaración pone de manifiesto la incertidumbre que rodea el impacto de tales eventos en la dinámica electoral.
En medio de este tenso contexto, el presidente chino, Xi Jinping, ha expresado su apoyo y simpatía al expresidente Donald Trump tras el atentado. El Ministerio de Exteriores de China confirmó en un comunicado que están al tanto del suceso y que el presidente Xi ha enviado un mensaje personal de apoyo a Trump. «China está preocupada por el tiroteo que afectó al expresidente Trump. El presidente Xi Jinping ya ha expresado su simpatía a Trump», se lee en el comunicado de la Cancillería china publicado en su página web.
Durante el mandato de Trump (2017-2021), las relaciones entre Washington y Pekín atravesaron varios de sus momentos más tensos. Entre estos, destaca el inicio de la guerra comercial y la cuestión taiwanesa, uno de los principales puntos de fricción entre ambos países. Estados Unidos, siendo el principal abastecedor de armas de Taipéi, ha mantenido una postura firme en su apoyo a Taiwán, lo cual ha generado tensiones significativas con China.