El gobierno de Estados Unidos está considerando exigir la disolución de Google en los tribunales. En un informe provisional, el Departamento de Justicia de EE.UU. mencionó posibles «medidas estructurales», es decir, una separación forzada de partes de la empresa. El gobierno de Estados Unidos tiene hasta el 20 de noviembre para decidir sobre su recomendación en un proceso de competencia que lleva años en curso.
Las leyes antitrust, el gran enemigo de Google
Google enfrentó una dura derrota en agosto contra las autoridades de control de la competencia de Estados Unidos, cuando un juez en Washington dictaminó que la empresa mantenía un monopolio en el mercado de búsquedas en Internet y que estaba incurriendo en prácticas desleales. A pesar de esta situación, Google tiene la intención de apelar el fallo. El litigio se centró en los acuerdos multimillonarios que la compañía había establecido para asegurar su posición como motor de búsqueda predeterminado durante años, como en el navegador Safari de los iPhones de Apple y en Firefox.
En su análisis del caso, el juez Amit Mehta concluyó que Google efectivamente poseía un monopolio en el mercado de motores de búsqueda. Esta conclusión se basa, entre otros factores, en la capacidad del grupo para aumentar los precios para los anunciantes sin temor a sufrir consecuencias negativas.
Los acuerdos que permitieron a Google convertirse en el motor de búsqueda predeterminado en iPhones y otros navegadores consolidaron su posición en el mercado, lo cual es considerado ilegal para un monopolista, según el fallo de Mehta. Sin embargo, el juez también subrayó en varias ocasiones a lo largo de su extenso veredicto de 280 páginas que Google supera a sus competidores en el ámbito de los motores de búsqueda.
El gobierno de EE.UU. también ve problemas con la inteligencia artificial
Actualmente, el proceso legal se centra en las posibles consecuencias del fallo. El Ministerio de Justicia ha proporcionado información general sobre sus consideraciones, pero ha señalado que su objetivo es evitar que Google utilice su navegador Chrome, su plataforma de aplicaciones y el sistema operativo Android para favorecer su negocio de motores de búsqueda. Esto implicaría la implementación de reglas de conducta y medidas estructurales.
El gobierno de Estados Unidos también podría proponer que Google comparta más información sobre su motor de búsqueda con los competidores. Además, está evaluando cómo se podría fortalecer la posición de los sitios web en relación con Google, especialmente en lo que respecta al uso de sus datos para entrenar software de inteligencia artificial.
Por su parte, Google ha criticado la aparente intención del gobierno de considerar medidas de gran alcance, argumentando que el caso se centra en acuerdos de distribución. La compañía advirtió en una publicación de blog que estas medidas podrían tener consecuencias imprevistas para los consumidores, las empresas y la competitividad de Estados Unidos.