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La inmigración masiva se ha convertido en un tema central de preocupación para los estadounidenses y un factor clave en sus decisiones de voto. Los demócratas, conscientes de la presión, han decidido ajustar su enfoque. En la reciente convención en Chicago, Kamala Harris presentó un discurso que marca el tono más contundente en política migratoria que el partido ha adoptado en décadas.
La debilidad de Harris y el contraataque republicano
Kamala Harris ha sido objeto de críticas por parte de Donald Trump y sus aliados, quienes la han señalado como la responsable del fracaso en la gestión fronteriza durante el mandato de Joe Biden. Trump y su equipo han utilizado el caos migratorio como un punto de ataque, gastando grandes sumas en propaganda que retrata a Harris y a Biden como ineficaces. En respuesta, los demócratas están reconfigurando su estrategia, adoptando políticas migratorias más restrictivas que incluyen propuestas previamente rechazadas, como el muro fronterizo con México promovido por Trump en su campaña de 2016.
El discurso de Harris en Chicago
En su intervención en la convención de Chicago, la demócrata subrayó la importancia de la seguridad fronteriza y se comprometió a respaldar una ley sobre fronteras que ha sido discutida en el Senado. Esta legislación, que incluye aumentos en el presupuesto para la Patrulla Fronteriza y un mecanismo para cerrar la frontera si se excede un umbral de 5.000 detenciones diarias, también destina 650 millones de dólares para el muro fronterizo, una medida que Harris anteriormente había criticado severamente. Aunque esta cantidad es menor que los 18.000 millones solicitados por Trump en 2018, su inclusión es significativa.
La postura actual refleja un cambio estratégico para atraer al electorado moderado en estados clave. Este enfoque es parte de una recalibración más amplia iniciada por la Administración Biden, que desde el año pasado ha implementado medidas para gestionar mejor las entradas de inmigrantes. Estas políticas incluyen restricciones más estrictas y un plan para cerrar la frontera en caso de un aumento en las detenciones.
La reacción del partido y los activistas
El viraje en la política migratoria de los demócratas ha suscitado críticas tanto de los republicanos como de sectores progresistas. Mientras los republicanos acusan a Harris de inconsistencias, los activistas pro-inmigración expresan su preocupación por las concesiones realizadas. Vanessa Cárdenas, directora de America’s Voice, ha manifestado una «preocupación profunda» por el giro de los demócratas, aunque reconoce que el enfoque actual está orientado a derrotar a Trump en las próximas elecciones. «Ahora mismo, la tarea es muy clara: tenemos que derrotar a Trump y en febrero de 2025 ya hablaremos sobre qué tipo de reformas tenemos que hacer», declaró.