En el punto más crítico de la historia reciente de Hezbollah, Hasan Nasrala, líder de la organización, pronunció un discurso inesperadamente calmado. En su intervención, el secretario general del grupo proiraní lanzó un desafío a Benjamin Netanyahu, advirtiendo que, si no se acuerda un alto el fuego en Gaza, «los colonos no podrán regresar a vivir en la frontera», lo que afectaría uno de los principales objetivos del primer ministro israelí.
Ataques del Mossad y respuesta de Hezbollah
El Líbano, acostumbrado a la tensión constante, vive en shock tras las explosiones que afectaron los equipos de comunicación del grupo terrorista, incluidos sus ‘buscas’ y ‘walkie-talkies’. En su discurso, Nasrala no levantó la voz ni mostró signos de ira; en su lugar, buscó mantener el ánimo de sus seguidores. Acusó a Israel de haber sobrepasado todos los límites y afirmó que los ataques «pueden considerarse crímenes de guerra o una declaración de guerra». Desde el 7 de octubre, tras el inicio de la operación de Hamás, se han lanzado ataques diarios contra posiciones israelíes, que han dejado al menos dos soldados israelíes muertos en las últimas 24 horas. Israel responde con bombardeos que han forzado la evacuación de 150.000 civiles, incluidos 60.000 israelíes, de la zona fronteriza.
La advertencia ante una posible invasión israelí
El líder del grupo desafió a Netanyahu y al ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, asegurando que no podrán devolver a los colonos al norte de Israel a menos que detengan la agresión en Gaza y Cisjordania. Además, calificó de «plan tonto» la posible invasión terrestre de Israel para establecer una «zona de seguridad» en la frontera, advirtiendo que tendría «terribles consecuencias» para Israel. Aunque su discurso fue más breve de lo habitual, y con un tono moderado, sugirió que Hezbollah podría optar nuevamente por una respuesta contenida, similar a la estrategia adoptada tras el asesinato de su comandante militar, Fuad Shukr, una actitud que ha mermado el poder de disuasión del grupo frente a Israel.
Preocupación entre la población libanesa
Entre los libaneses, crece la preocupación por la posibilidad de una guerra similar a la de 2006 o incluso peor. «Hezbollah debe darse cuenta de que no puede arrastrar a todo un país a la guerra. Se enfrenta a Israel y a Estados Unidos, los ejércitos más poderosos del mundo, y esta vez le han dado un duro golpe«, comentó Nidal, un funcionario del sistema de salud libanés.
La situación en hospitales como el de la Universidad Americana en Beirut roza el caos, con médicos y personal de salud desbordados por la cantidad de heridos, muchos de ellos con lesiones en ojos y manos. Las fuerzas militares aseguran el área, mientras que en las calles aledañas se realizan explosiones controladas que generan pánico entre quienes desconocen los operativos.