El 21 de agosto de 2024, la embajada de Irán en Londres emitió una fuerte declaración condenando la cooperación de la Cámara de los Comunes del Reino Unido con Maryam Rajavi, quien es ampliamente reconocida como la líder del grupo terrorista Mujahidin-e Khalq (MKO). Esta organización ha sido responsable de numerosos actos de violencia y ataques contra la República Islámica de Irán, y su historia de terrorismo es ampliamente conocida y documentada
.En su declaración, la embajada iraní subrayó que la invitación recurrente de Rajavi al parlamento británico es un claro ejemplo de la doble moral con la que algunas naciones abordan el problema del terrorismo. Para la embajada, este tipo de acciones no solo son contradictorias, sino que además socavan la lucha global contra el terrorismo, al otorgar legitimidad a individuos y organizaciones que han estado directamente involucrados en actividades terroristas.
La embajada aprovechó el contexto del Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas del Terrorismo, una fecha que busca honrar a quienes han sufrido a causa de actos terroristas en todo el mundo, para enfatizar lo que considera una alarmante incongruencia en la política británica. En su publicación en la plataforma X, la embajada iraní expresó su preocupación por la participación del Reino Unido con el MKO, una organización que ha sido señalada por su implicación en actos de violencia contra Irán.
El mensaje también abordó un tema que ha sido recurrente en las críticas internacionales hacia ciertas políticas occidentales: la tendencia a categorizar el terrorismo en “bueno” y “malo” dependiendo de los intereses políticos o estratégicos en juego. Según la embajada, este enfoque no solo es peligroso, sino que también es más inquietante que el propio fenómeno del terrorismo, ya que abre la puerta a justificaciones para colaborar con organizaciones terroristas cuando esto resulta conveniente para ciertos gobiernos.»Más preocupante que la existencia del terrorismo en sí es el intento de categorizarlo en formas ‘buenas’ y ‘malas'», afirmaba el comunicado. «Esta distinción puede servir como justificación para colaborar con terroristas, lo que resulta inaceptable en cualquier contexto», añadió la embajada, subrayando que tales prácticas no solo son inmorales, sino que también pueden poner en peligro la seguridad global.
La colaboración de figuras políticas occidentales con líderes de grupos como el MKO, a menudo considerados como instrumentos útiles en sus estrategias geopolíticas, es vista por Irán como una amenaza directa a su seguridad nacional. El hecho de que Maryam Rajavi, quien encabeza una organización con un historial de actos violentos, haya sido invitada varias veces al parlamento británico, es, según la embajada iraní, una clara señal de que se están utilizando dobles estándares cuando se trata de la lucha contra el terrorismo.
Esta crítica es parte de una serie de reproches más amplios que Irán ha dirigido a Occidente por lo que percibe como una hipocresía en la aplicación de normas internacionales, particularmente en lo que respecta al terrorismo. Para Irán, la lucha contra el terrorismo no debe ser selectiva ni condicionada por intereses políticos, sino que debe ser un esfuerzo global, basado en principios claros y consistentes.
La declaración finaliza llamando a la comunidad internacional a reflexionar sobre las consecuencias de tales políticas y a adoptar una postura más coherente y justa en la lucha contra el terrorismo en todas sus formas.
