El presidente Ebrahim Raisi de Irán | AFP
El presidente de Irán Ebrahim Raisí y su ministro de Exteriores Hossein Amir-Abdollahian han fallecido en un accidente de helicóptero en una zona montañosa cerca de Varzeqan, en el noroeste del país, según ha confirmado este lunes el Gobierno iraní. La noticia se conocía sobre las 7:30 de la mañana, hora local, después de que la televisión estatal confirmara que no había “signos de vida” en los restos del helicóptero, en el que también viajaban el gobernador provincial y el principal imán de la región.
“El presidente de la República Islámica de Irán, el ayatolá Ebrahim Raisi, tuvo un accidente mientras servía y cumplía con su deber por el pueblo de Irán y ha sido martirizado”, dijo la agencia de noticias Mehr, en concordancia con lo informado por otros medios locales.
“El ayatolá Raisí y sus acompañantes perdieron la vida en el accidente de helicóptero”, informó la televisión estatal iraní. “El ayatolá Raisí, el querido presidente de nuestro país, falleció en un accidente de helicóptero en la región de Varzeqan, en Azerbaiyán Oriental, y se unió al Reino Supremo”, confirmó por su parte IRNA.
Por el momento, se desconocen las causas del siniestro del aparato. En la comitiva, viajaban otros dos helicópteros con miembros del gobierno iraní que no sufrieron problemas y llegaron a su destino.
Por su parte, un comunicado del Gobierno iraní enviado por Telegram, explicaba que, “debido a las condiciones meteorológicas adversas”, el helicóptero sufrió el accidente.
Horas intensas de búsqueda
Tras horas de un difícil operativo de búsqueda que se complicó por las condiciones meteorológicas de lluvia y niebla, la Media Luna Roja ha informado del hallazgo de los restos del helicóptero siniestrado.
Al hacer el anuncio a los medios estatales iraníes, el jefe de esa organización, Pir Hossein Kolivand, dijo que se encaminaban al lugar del accidente y aseguró que la situación no era buena. Más tarde, un miembro del Gobierno iraní le dijo a la agencia Reuters que el helicóptero estaba “completamente calcinado”.
Por ello, la esperanza de encontrar con vida al presidente se fue diluyendo a lo largo de las labores de búsqueda. El guía supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, envió un mensaje de calma a la población y aseguró que el suceso no iba a provocar “ninguna perturbación” en la administración de la nación.
En la ciudad santa de Mashhad, localidad natal de Raisi, los fieles oraban en la mezquita por la salud del dirigente, según imágenes de la televisión estatal. Varios países de la zona como Arabia Saudita, Catar, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Siria o Irak ofrecieron ayuda. Turquía y Rusia enviaron equipos de rescate y la Unión Europea activó “su servicio de cartografía de respuesta rápida CopernicusEMS” para facilitar la búsqueda.