Tras la serie de bombardeos masivos realizados por la Fuerza Aérea de Israel en diversas áreas de la capital, Beirut, y en la región del Valle de la Bekaa , los más letales que se han registrado en décadas, han llevado a Israel a declarar que el líder de Hizbulá, Hasán Nasrallah, se encuentra entre los muertos, aunque este anuncio no ha sido confirmado oficialmente.
Este sábado, las fuerzas israelíes llevaron a cabo un ataque aéreo que impactó al menos un objetivo al este de Beirut, en la nueva oleada de ataques que han centrado su intensidad en la región oriental del país. Se reportaron explosiones significativas en la capital a primera hora de la mañana, especialmente en la localidad de Bhamdoun, situada a escasos 20 kilómetros al este de Beirut. Esta área, hasta ahora considerada relativamente alejada de la violencia.
La Agencia Nacional de Noticias del Líbano (ANN) informó de bombardeos «violentos» en varias localidades del Valle de la Bekaa, un bastión de Hizbulá, que incluye distritos como Baalbek y Hermel, ubicados cerca de la frontera con Siria. Estos ataques también se extendieron a otras poblaciones centrales en la provincia de Bekaa.
Objetivos de los Bombardeos
El Ejército israelí ha declarado que sus ataques tienen como objetivo destruir infraestructura militar y armamento de Hizbulá, incluyendo depósitos de armas supuestamente ubicados en áreas residenciales. Esta afirmación ha sido rechazada por el movimiento chií, que no ha emitido una declaración oficial tras los bombardeos.
La campaña militar cerca de la capital se intensificó después de un ataque inicial que provocó el colapso de varios edificios en el suburbio de Dahye, una zona controlada por Hizbulá. Este primer ataque, descrito como de una gran magnitud , fue aparentemente diseñado con el objetivo de eliminar a Nasrallah, cuyo paradero sigue siendo desconocido tras los bombardeos.