Imagen: EFE
Desde septiembre, la cantidad de suministros básicos que ingresan a la Franja de Gaza ha disminuido de forma alarmante, coincidiendo con la intensificación de la crisis humanitaria y el avance de la ofensiva militar israelí en el enclave. Esta reducción coincide con la invasión de Israel al Líbano, que ha desviado la atención internacional de Gaza y ha generado temores de un conflicto regional más amplio. La situación podría agravarse tras la reciente aprobación de una ley en el Parlamento israelí (Knéset) que prohíbe las actividades de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA).
La sombra del hambre y la llegada del invierno
La limitación de bienes esenciales hacia Gaza, tanto de agencias humanitarias como del sector privado, se produce en vísperas del invierno y con la amenaza de hambruna cada vez más presente. Un informe reciente de seguridad alimentaria advierte de que la desnutrición aguda empeorará en los próximos meses debido a la reducción de ayuda y al escaso acceso a alimentos. La ONU reveló que en septiembre los cargamentos de ayuda humanitaria fueron los más bajos desde el inicio de la ofensiva en Gaza, con un descenso del 70% en comparación con el máximo de abril.
Obstáculos en las fronteras y nuevos requisitos
En octubre, la situación se agravó: hasta el día 27 no se permitió la entrada de ningún cargamento comercial privado a Gaza, y los datos de la ONU indican que solo 836 camiones humanitarios lograron pasar, una caída del 40% respecto a septiembre. Según Tamara Alrifai, portavoz de la UNRWA, este desplome se debe al cierre de pasos fronterizos y a las “engorrosas verificaciones” impuestas por Israel. Un nuevo proceso de autorización aduanera, introducido en septiembre, ha obstaculizado aún más los envíos de ayuda procedentes de Jordania, reduciendo el número de camiones de 346 en agosto a solo 31 en la primera mitad de septiembre.
La petición de rutas alternativas y el bloqueo israelí
Organizaciones humanitarias han solicitado abrir rutas alternativas para el traslado de mercancías, con el objetivo de evitar el caos en el cruce fronterizo principal del sur de Gaza. Sin embargo, las autoridades israelíes han negado esta posibilidad, según denuncian desde Save the Children. La cantidad de suministros que llega a Gaza es insuficiente para hacer frente a la crisis humanitaria actual. Antes de la ofensiva israelí, ingresaban unos 500 camiones diarios, la mayoría del sector privado, un flujo que Israel no ha permitido restaurar.
Prohibición a la UNRWA y el derecho internacional
La reciente ley israelí que restringe las operaciones de la UNRWA en los territorios palestinos amenaza con dificultar aún más la entrega de ayuda. Aunque Israel asegura que buscará trabajar con otras organizaciones, la falta de un reemplazo con infraestructura adecuada plantea un riesgo grave. En mayo, fiscales del Tribunal Penal Internacional solicitaron una orden de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, bajo la sospecha de utilizar “la inanición de civiles como método de guerra”, aunque el Gobierno israelí ha rechazado estas acusaciones.