Imagen: Un momento de los bombardeos contra Beirut. Reuters
Unos pocos días después de que el Ejército de Israel matase al máximo líder de Hizbulá Hasan Nasralá en un bombardeo al sur de Beirut, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han lanzado esta madrugada el mayor ataque aéreo en la capital de Líbano desde que el Gobierno de Benjamin Netanyahu fijase su nuevo objetivo en Hizbulá. El objetivo, según diversos medios, es matar a Hashem Safieddine, el previsible sucesor de Nasralá.
El ataque ha provocado tres columnas de humo, que se han alzado sobre Dahiye, el suburbio sur chií en el que fue asesinado Nasralá. Ya por la mañana, el ministerio libanés de Transporte ha informado de que un ataque israelí ha destruido la carretera justo al lado del puesto fronterizo de Masnáa, por donde han huido a Siria decenas de miles de desplazados.
Israel sostiene que es el principal punto de entrada de armas para Hizbulá. Mientras, el presidente de EE UU, Joe Biden, que estudia con Israel la posible respuesta al ataque iraní del martes, ha afirmado que no cree que vaya a haber una “guerra total” en Oriente Próximo, aunque advierte de que hay trabajo que hacer para evitarla.
Safieddine, el objetivo
Los intensos ataques aéreos de Israel registrados esta madrugada en Beirut, de acuerdo con fuentes consultadas por The New York Times, tenían como objetivo acabar con los altos cargos que quedan de Hizbulá y asesinar también al que algunos medios señalan como el posible sucesor de Nasralá, el clérigo Safieddine, que habría acudido a una reunión de la cúpula del grupo islámico que se habría convocado en el feudo libanés del grupo paramilitar. Por el momento se desconoce si hay víctimas mortales.
La IDF no han confirmado si algunos de los bombardeos que ha lanzado sobre la capital libanesa tenía como blanco a Safieddine. En su canal de Telegram, Hizbulá ha asegurado que Israel carece de la información necesaria para conocer con certeza la ubicación del previsible sucesor de Nasralá, por lo que, tal y como señalan en el mensaje, se está atacando varias áreas sospechosas de la ciudad, donde se cree que podría encontrarse. Entre ellas, un barrio cercano al aeropuerto de Beirut.
Israel bombardea varios países a la vez
La capital libanesa no ha sido la única diana de la noche, porque Israel ha bombardeado también el principal cruce fronterizo entre Siria y Líbano. El ataque apuntó contra el tramo de la carretera entre los dos puntos fronterizos y una edificación en el lado libanés.
A consecuencia de dicha agresión, se interrumpió temporalmente la circulación de vehículos y el paso de viajeros y desplazados. Aún no hay reportes sobre víctimas, aunque en el referido cruce hay miles esperando su entrada a Siria huyendo de los bombardeos israelíes. Muchos de ellos son sirios que huyeron al país vecino desde el inicio de la guerra en su país, en 2011, y que están regresando ante la nueva andanada de Tel Aviv.
Según datos del Departamento de Emigraciones y Pasaportes de Siria, del total de 275.000 desplazados que llegaron a Siria durante los últimos 10 días, unos 183.000 pasaron por este cruce fronterizo. El Ejecutivo libanés calcula que estas agresiones han desplazado ya a un millón de civiles.
Casi al mismo tiempo que ocurría todo esto, el Ejército israelí lanzaba un ataque sobre el campamento de refugiados de Tullarekm, en Cisjordania, matando a 18 personas, según el Ministerio de Sanidad palestino.