Jordania se convierte en el epicentro de un esfuerzo diplomático internacional para abordar la situación en Siria tras la caída de Bachar al Asad. Representantes de alto nivel de varios países árabes, Estados Unidos, Turquía, la Unión Europea (UE) y las Naciones Unidas se reunirán en la ciudad costera de Aqaba con el objetivo de delinear un proceso de transición política en el país devastado por la guerra.
El encuentro, organizado por el Ministerio de Exteriores jordano, incluye la participación de los ministros de Exteriores del denominado Comité de Enlace Ministerial Árabe sobre Siria, compuesto por Jordania, Arabia Saudí, Irak, el Líbano, Egipto y el secretario general de la Liga Árabe. Además, asistirán los jefes de la diplomacia de Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Catar, junto con representantes de Estados Unidos, Turquía, el Alto Representante para la Política Exterior de la UE y el enviado especial de la ONU para Siria.
Resolución 2254 de la ONU
El tema central de esta reunión es el establecimiento de un proceso político inclusivo en Siria, fundamentado en la Resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU. Este documento, adoptado en 2015, exige la formación de un gobierno creíble y representativo, el desarrollo de una nueva constitución y la organización de elecciones supervisadas internacionalmente. Según el comunicado oficial del Ministerio de Exteriores jordano, el proceso debe “satisfacer las aspiraciones del pueblo sirio” y garantizar la reconstrucción de las instituciones estatales, preservando la unidad, integridad territorial, soberanía y estabilidad de Siria.
La cumbre en Aqaba llega pocos días después de que Hayat Tahrir al Sham (HTS), una alianza insurgente que lideró la ofensiva contra Al Asad, designara a Mohamed al Bashir como primer ministro de un gobierno transitorio de tres meses. Esta decisión subraya la volatilidad del panorama político en Siria y la necesidad de un proceso que pueda incluir a todas las partes interesadas sin dejar de lado la estabilidad regional.
Jordania, que comparte frontera con Siria y ha recibido a cientos de miles de refugiados sirios desde el inicio del conflicto, busca posicionarse como un actor clave en la resolución de esta crisis. La reunión en Aqaba también pone de manifiesto la importancia de la colaboración regional e internacional para abordar los desafíos humanitarios, políticos y de seguridad que persisten en Siria. Los países participantes, incluidos Estados Unidos y la UE, han destacado previamente la necesidad de garantizar que cualquier solución incluya mecanismos para la reconstrucción del país, el retorno seguro de los refugiados y el combate al extremismo.