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En la noche electoral del 2024, Donald Trump y Kamala Harris sabían que la clave para acceder al Despacho Oval pasaba por ganar en los siete estados bisagra, cruciales para conseguir los 270 votos necesarios del total de 538 que conforman el sistema electoral de Estados Unidos. Estos estados, sin una tendencia clara de voto, son los que deciden la presidencia, y ambos candidatos centraron gran parte de su campaña en ellos, conscientes de que no lograr una victoria en la mayoría de estos territorios significaría ver sus aspiraciones desvanecerse.
El sistema electoral de EEUU: «El que gana, se lleva todo»
El sistema electoral estadounidense, conocido como «winner takes it all», otorga todos los votos electorales de un estado al candidato que obtenga más votos, incluso si la diferencia es mínima. En la mayoría de los estados, el resultado se percibe claro debido a la histórica inclinación hacia un partido y al margen amplio de los sondeos. Sin embargo, los estados bisagra, también conocidos como «swing states», son impredecibles y determinan el resultado final de las elecciones.
Resultados confirmados: Trump avanza en los primeros estados clave
Entre los siete estados bisagra que definían la elección de 2024, tres ya han sido confirmados como victorias para Trump. El primero de estos fue Pensilvania, que reparte 19 votos electorales. Trump ha superado a Harris en este territorio, según las proyecciones de los principales medios.
- Georgia: históricamente republicano, que Biden sorprendió ganando en 2020. Este año, sin embargo, Trump se ha llevado la victoria con más de 120.000 votos de diferencia. La baja participación del electorado afroamericano, un factor importante en este estado, podría haber sido determinante.
- Carolina del Norte: es otro de los estados bisagra con tendencia histórica hacia el Partido Republicano. A pesar de que la diferencia de votos se ha reducido, Trump ha confirmado su victoria con una diferencia de cerca de 150.000 votos sobre Harris, convirtiéndolo en el primer estado clave en ser oficializado.
- Míchigan: uno de los estados que conforman el conocido «muro azul» del Partido Demócrata, también ha sido escenario de una dura batalla. En este territorio, con una significativa población árabe estadounidense, temas como el conflicto en Gaza y el apoyo a Netanyahu han tenido un impacto considerable. Trump ha logrado una sorprendente victoria con más de 200.000 votos de diferencia, a pesar de que Harris y él realizaron una fuerte campaña en este estado.
- Arizona: parecía uno de los estados con un pronóstico más claro debido a los márgenes de las encuestas previas. Sin embargo, con la mitad de los votos aún por escrutar, el resultado se mantiene incierto y podría ser más ajustado de lo que se esperaba, aunque Trump sigue liderando.
- Wisconsin: ha sido decisivo en las últimas cuatro elecciones presidenciales, Trump ha centrado su campaña en la inmigración ilegal, prometiendo la «mayor deportación» si es elegido. Aunque se esperaba que los demócratas ganaran este estado, Trump parece haber logrado una victoria ajustada por apenas 30.000 votos de diferencia.
- Nevada: el estado con la menor cantidad de votos electorales, sigue siendo uno de los pocos que no ha mostrado resultados claros a primeras horas de la mañana del día posterior a las elecciones. A pesar de su menor peso, su incertidumbre añade tensión al panorama electoral.