Imagen: Vivian Jenna Wilson, en una imagen compartida en sus redes.
Son muchos los estadounidenses que están disgustados con el resultado de las elecciones presidencialistas de EEUU, que se celebraron en la noche de este martes al miércoles, y que dieron la victoria de Donald Trump, que se convertirá en el 47º presidente de los Estados Unidos.
Una de las indignadas es Vivian Jenna Wilso, la hija de Elon Musk, que hace dos años rompió relaciones con su padre y se cambió de apellido. La joven ha comunicado a través de su perfil de la red social Threads, creada por Meta, que se exiliará de Estados Unidos. El comunicado llega tras la victoria de Donald Trump: “Lo he pensado mucho tiempo. Pero ayer se confirmó. Ya no veo mi futuro en Estados Unidos”.
Wilson, de 20 años, razonó que Trump puede ser pasajero porque solo puede estar cuatro años más al frente de la Casa Blanca, pero «la gente que conscientemente votó por él no va a desparecer de repente».
Wilson anunció que rompía relaciones con su padre
Vivian Jenna Wilson decidió romper de forma definitiva la relación con su padre, Elon Musk, en 2022, después de cumplir los 18 años y anunciar que era transexual. Fue en ese momento cuando cambió su nombre de nacimiento de Xavier Alexander Musk a Vivian Jenna Wilson, así como su sexo en su certificado de nacimiento. «Ya no vivo ni deseo estar relacionado con mi padre biológico de ninguna manera o forma», afirmó Vivian ante el juez, que aprobó dichos cambios.
La hija del magnate ha cargado en redes sociales contra la gente que ha votado a Donald Trump en estas últimas elecciones, ya que su victoria podría repercutir negativamente al colectivo LGTBI+
Su padre biológico Elon Musk se ha convertido en un acérrimo defensor del trumpismo en los últimos años, hasta el punto de estar en el círculo de sus consejeros más escuchados, y Trump ha llegado a sugerir que podría darle alguna responsabilidad en su futuro gabinete al frente de algún organismo de eficiencia gubernamental.
El tratamiento del tema trans ha sido uno de los temas preferidos por la derecha trumpista en la anterior campaña, como parte de la guerra cultural que dicen tener contra la ideología ‘woke’ (progre), y ha sido muy frecuente en sus mítines denunciar los supuestos abusos a los que ha llevado esta cuestión, como los pronombres neutros, los cuartos de baño unisex o los deportistas trans que arrasan en competiciones femeninas.