Tal y como era de esperar, el régimen ruso ha vuelto a proclamar a Putin como vencedor indiscutible en las recientes votaciones que tuvieron lugar en todo el país, asegurando así su permanencia en el poder durante un período que podría extenderse hasta un tercio de siglo. El presidente ha asegurado un abrumador 87,97% de los votos, por lo que ha marcado así un hito en la historia postsoviética de Rusia con el resultado más alto jamás registrado.
La reelección democrática de un dictador
La reelección de Putin, quien ascendió al poder en 1999, le otorga un nuevo mandato de seis años, consolidándolo como el líder ruso con el «reinado» más prolongado en los últimos dos siglos. Esta victoria, de confirmarse, podría extender su mandato hasta el año 2036, con una posible reelección en 2030.
El Kremlin había fijado altas expectativas para estas elecciones, buscando una abrumadora victoria para presentarla como un respaldo a la política exterior y doméstica de Rusia, así como una legitimación del régimen personalista de Putin. La participación nacional del 74,22% superó las cifras de los comicios de 2018, lo que el Kremlin considera como un respaldo popular a su liderazgo.
En un discurso triunfante pronunciado casi a medianoche en Moscú, Putin expresó su gratitud hacia los rusos por su apoyo y prometió fortalecer aún más a Rusia. En un mensaje desafiante hacia Ucrania, Putin afirmó que «nadie podrá con Rusia» y advirtió que no dejará en paz a su vecino del este.
Incidencias durante las jornadas
Las elecciones rusas han durado tres días y no han estado exentas de polémicas. Durante todo el fin de semana se han sucedido incidentes aislados de protesta. Algunos descontentos prendieron fuego a las cabinas para emitir el voto, o incluso derramaron tinte verde en las papeletas. Estos hechos no pasaron desapercibidos para las autoridades rusas quienes calificaron de traidores a los disidentes y los amenazaron con penas de cárcel.
Por otro lado, y a pesar de que las manifestaciones en Rusia están prohibidas, en Moscú y otras ciudades, cientos de votantes acudieron a las urnas a mediodía. La finalidad era aglutinarse en algunos colegios escolares y crear corlas en los barrios más céntricos. Al final de la jornada hubía más de 70 detenidos.
Tensión por la votación en regiones ucranianas
El contexto de las elecciones estuvo marcado por la escalada de tensiones en Ucrania, donde Putin prometió continuar con sus acciones militares. A pesar de las críticas internacionales y las acusaciones de falta de transparencia y garantías democráticas, Putin se impuso con un amplio margen sobre sus tres oponentes, que fueron ampliamente considerados como figuras sin experiencia y seleccionadas para el propósito de estas elecciones.
Las votaciones también se llevaron a cabo en Crimea y otras regiones disputadas por Ucrania, bajo una intensa presencia militar. Estas áreas, consideradas ilegales por Ucrania y gran parte de la comunidad internacional, mostraron un amplio apoyo hacia Putin, exacerbando las tensiones entre Rusia y Ucrania.
En medio de la preocupación internacional sobre el futuro de la región, se teme que la victoria de Putin fortalezca su postura agresiva no solo en Ucrania, sino también en el ámbito geopolítico global, especialmente en relación con China, según apuntan analistas internacionales como el director de la CIA, William Burns.