En un giro inesperado, Francia ha vuelto a frenar el avance de la derecha más conservadores, rechazando a Marine Le Pen y su partido, Reagrupamiento Nacional, en las elecciones legislativas. A pesar de haber liderado la primera vuelta y ser la favorita, Le Pen no logró la victoria en unos comicios sin precedentes en la historia del país. La izquierda, que acudió unida a las elecciones, emergió como la primera fuerza, seguida del bloque centrista y europeísta de Emmanuel Macron, quien se recuperó tras el descalabro de la primera vuelta. El partido de Le Pen, aunque obtiene los mejores resultados de su historia, se mantiene como tercera fuerza.
Unos resultados electorales inesperados
Los sondeos no predijeron el vuelco electoral que finalmente ocurrió. La izquierda logró 182 diputados, el grupo de Macron, 168, y Le Pen, 143. Los Republicanos, la derecha tradicional que en su momento apoyó a Macron en la Asamblea, se quedó con 45 escaños.
Un cambio histórico en el escenario político
Por tanto, la derecha, que consiguió un tercio de los votos la semana pasada tras el adelanto de las elecciones legislativas por Macron después del triunfo de Le Pen en las europeas, nunca había estado tan cerca del poder. Estas elecciones marcan un hito, no solo por la cercanía de la derecha al poder, sino también por la movilización inédita del país en 43 años que ha logrado revertir lo que parecía inevitable: la posibilidad de que Le Pen alcanzara la mayoría absoluta y formara gobierno.
Periodo de incertidumbre y alianzas
Con una Asamblea dividida en tres bloques y sin apoyos suficientes para gobernar, Francia enfrenta un periodo de incertidumbre. Desde este domingo, comenzarán los juegos de alianzas para intentar formar una coalición sólida. El primer ministro, Gabriel Attal, ha anunciado su dimisión, aunque seguirá en funciones mientras sea necesario, especialmente con los Juegos Olímpicos en París a 20 días de inicio.
Por otro lado, Macron esperará a ver la nueva estructura de la Asamblea Nacional antes de tomar decisiones. Marine Le Pen, tras conocer el resultado, declaró que “la marea crece” y que su victoria “solo se pospone”. Jordan Bardella, aspirante a primer ministro si ganaban, denunció las “alianzas contra natura” de Macron con la izquierda.
Posibles alianzas y cohabitación
En este escenario sin precedentes en la V República, con una polarización entre tres bloques, Macron podría intentar pactar con la izquierda, compuesta por socialistas, ecologistas y la izquierda de La Francia Insumisa. Sin embargo, hay obstáculos, como las diferencias en política económica y la figura de Jean-Luc Mélenchon, líder de La Francia Insumisa, considerado un “lastre” por algunos en su propio partido.
Es probable que el presidente francés deba cohabitar con un primer ministro de otro color político, tal vez un socialista como Raphael Glucksmann o un ecologista. Líderes centristas ya han pedido un acuerdo político que excluya a los extremos.