Imagen: El Perseverance dejando detrás marcas de ruedas y su helicóptero (NASA/JPL)
El Perseverance aterrizó en Marte en febrero de 2021 para recoger muestras marcianas que una misión futura de la NASA junto con la Agencia Espacial Europea (ESA) debería recuperar años después. Aquel proyecto se bautizó como Mars Sample Return (MSR). Buena parte de los esfuerzos de la NASA en 2024 han ido destinados a rediseñar el plan de recogida de muestras, que se había quedado estancado, para lograr esa meta histórica en la próxima década.
Antes del lanzamiento de Perseverance, en 2020, se estimó que el proyecto podría tener un coste de, como máximo, 3.000 millones de dólares. Sin embargo, en abril del pasado año, la NASA reconoció que el presupuesto se había disparado a más de los 11.000 millones de dólares. Una situación más que delicada para la misión más aún si se tenía en cuenta que un informe de evaluación señalaba que, debido a la complejidad de los objetivos, no se podrían rescatar los restos recolectados en Marte hasta al menos 2040.
Es por ello por lo que, el pasado mes de abril, el administrador de la NASA Bill Nelson dio una rueda de prensa valorando el panorama de la situación y había que valorar otras alternativas. Ahora, según ha explicado la propia agencia en un comunicado, la ESA y la NASA han decidido plantear dos nuevos diseños alternativos para simplificar y abaratar la misión.
La primera posibilidad aprovecharía la arquitectura sky crane de las últimas misiones Curiosity y Perseverance —en lugar otra más grande, cara y compleja, que estaba prevista— para construir el aterrizador que recuperará las muestras.
La segunda opción pasaría por recurrir a empresas privadas “con vehículos pesados”. Nelson abrió la puerta a que sea la empresa de Elon Musk, SpaceX, la encargada de hacerlo con su megacohete StarShip -la nave privada en estado más avanzado-, aunque no descartó a otras compañías espaciales como Blue Origin. En cualquier caso, Nelson declaró este lunes en comparecencia de prensa desde la sede central de la agencia espacial en Washington, que “la NASA deberá tomar la decisión final en 2026”.
Perseverance tiene 43 tubos en los que puede almacenar muestras y de los que tiene completos alrededor de una treintena del cráter Jezero y sus alrededores, un lugar en el que todo apunta a que hace más de 3.500 millones de años, los canales de los ríos se desbordaron por la pared del cráter y crearon un lago.
China también quiere recoger muestras de Marte
Después de que en el tramo final del pasado año, tanto China como SpaceX anunciaran sus planes para viajar a Marte antes de 2030, había aumentado la presión sobre la NASA para mantener su liderazgo en la exploración de Marte.
Ahora, con las dos nuevas opciones sobre la mesa, el proyecto pasaría a costar entre 6.600 y 7.700 millones de dólares en el caso de utilizar la grúa aérea; o entre 5.800 y 7.200 millones de dólares en si se opta por la opción privada.
«El retorno directo podría ser tan temprano como en 2035, tal vez en 2039», ha señalado Nelson, si bien la misión debe conseguir 300 millones de dólares de financiación inicial este mismo año, según ha revelado el administrador de la NASA. Sin embargo, el lanzamiento de las misiones no se producirá hasta al menos 2030 para el orbitador de retorno a la Tierra y en 2031 para el módulo de aterrizaje de retorno de muestras.