El equipo dirigido por Pramila Patten, la enviada especial de la ONU sobre violencia sexual en conflictos, ha publicado un informe de 24 páginas en el que asegura que hay “información clara y convincente” de que Hamás perpetró violencia sexual sobre algunos rehenes en su ataque del 7 de octubre, el que desencadenó la guerra en Gaza. La comisión experta liderada por Patten visitó Israel entre el 29 de enero y el 14 de febrero en una misión destinada específicamente a investigar si hubo violencia sexual durante el atentado.
De hecho, en el informe se garantiza que hay “información circunstancial creíble, que puede ser indicativa de algunas formas de violencia sexual, incluyendo mutilación genital, tortura sexualizada o tratos crueles, inhumanos y degradantes”. Asimismo, el documento, que se basa en más de 30 entrevistas, 5.000 fotografías y 50 horas de vídeo, también menciona que hay “motivos razonables” para creer que hubo violaciones grupales. Una de las localizaciones en la que supuestamente se produciría esta violación grupal es en el famoso festival multitudinario de música Festival Nova. “En la mayoría de estos incidentes, las víctimas que primero fueron violadas fueron luego asesinadas”, denuncia el informe.
Además, los expertos de la ONU habrían encontrado también un “patrón de víctimas, en su mayoría mujeres, encontradas total o parcialmente desnudas, atadas y con disparos en múltiples ubicaciones”. Según ellos, se trata de pruebas “circunstanciales”, aunque el patrón puede indicar alguna forma de violencia sexual y tortura.
Hamás lo niega e Israel reacciona
Tras la publicación del documento, Hamás ha negado que sus combatientes perpetraran este tipo de violaciones sexuales contra mujeres. Lo ha hecho a través de un comunicado publicado este martes, en el que aseguran que el informe de Patten “no aporta ningún testimonio, está basado en instituciones, soldados y testigos israelíes elegidos por las autoridades de ocupación para probar esta acusación falsa”. Y sigue: “El informe llega después de los fallidos intentos sionistas de probar estas falsas acusaciones sin base, y tapar el informe de los relatores de Naciones Unidas con evidencias concluyentes de que se produjeron claras violaciones de derechos humanos contra mujeres y niños palestinas por parte de soldados sionistas”.
Por su parte, el presidente de Israel Isaac Herzog ha reclamado a la comunidad internacional que “reaccione de forma enérgica condenando y castigando a Hamás”. El presidente ha denunciado también que “Hamás y sus aliados están intentando desacreditar el informe para escapar de esta horrible vergüenza”. Asimismo, el líder israelí hizo una llamada a mantener los “esfuerzos incansables” para que todos los rehenes de Hamás regresen a sus casas porque, según él, se encuentran “constantemente bajo un peligro claro y presente” tal como indica el informe de la ONU. A su vez, el ministro de Exteriores Israel Katz, ha criticado la “tardía” reacción de la ONU ante este tema, ya que hace cinco meses del ataque del 7 de octubre.