Imagen: EFE
Las amenazas del presidente de Estados Unidos Donald Trump de tomar el control de la franja de Gaza y deportar de allí a su población son, de momento, las más duras que ha emitido en su segundo mandato. Se trata de un claro ataque contra la legislación internacional y, ante estas afirmaciones, el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos Volker Türk ha respondido recordando que “toda deportación o traslado forzoso de personas desde un territorio ocupado está estrictamente prohibida”.
“El derecho internacional es muy claro, la autodeterminación es un principio fundamental y debe ser protegida por todos los Estados, como la Corte Internacional de Justicia ha subrayado recientemente”, señaló Türk en un mensaje por escrito. “El sufrimiento de la gente en el Territorio Palestino Ocupado y en Israel ha sido insoportable, hay que entrar en una nueva fase para garantizar la paz y la seguridad de palestinos e israelíes sobre la base de la dignidad y la igualdad”, añadió.
El alto mandatario insistió en continuar con las fases actuales del alto el fuego, con el fin de liberar a todos los rehenes y prisiones detenidos de forma arbitraria “y terminar la guerra para reconstruir Gaza con completo respeto al derecho humanitario internacional y los derechos humanos”.
Previamente, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) Mahmud Abás rechazó este miércoles la propuesta de Trump, recordando que Gaza es “parte integral” del Estado palestino.
La UE se pone de perfil
Pese a la dureza de las declaraciones de Trump, la Unión Europea ha dado este miércoles una respuesta muy tibia, reiterando la solución de los dos Estados. “Tomamos nota de los comentarios del presidente Trump”, ha dicho un portavoz comunitario. “La UE permanece comprometida firmemente con la solución de los dos Estados, que creemos que es la única vía para una paz a largo plazo para ambos, israelíes y palestinos. Gaza es parte integral para el futuro Estado palestino”, ha añadido.
La reacción europea ha tardado horas en llegar, pese al rechazo rotundo de la comunidad internacional y de las duras críticas de varios de sus socios, como España o Alemania. “Gaza es la tierra de los palestinos gazatíes. Deben seguir en Gaza porque Gaza es parte del futuro Estado palestino por el que España apuesta, que tiene que convivir garantizando seguridad y prosperidad al Estado de Israel”, ha remarcado el ministro de Exteriores español José Manuel Albares.
La ministra de Exteriores de Alemania Annalena Baerbock, por su parte, ha tachado de “inaceptable” el plan de Trump para expulsar a los gazatíes de la Franja y ha advertido de que vulnera el derecho internacional. “Gaza, así como Cisjordania y Jerusalén Este, pertenece a los palestinos”, ha recordado.
También, para el Ministerio de Exteriores francés, el traslado forzoso de la población palestina “constituiría una grave violación del derecho internacional, un ataque a las aspiraciones legítimas de los palestinos y también un obstáculo importante para la solución de dos Estados”.
