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El presidente ruso, a sus 71 años ejerce una política a medida de su persona. Promociona el folclore soviético. Además de criminalizar cualquier forma de equiparación de la antigua Unión Soviética con el nazismo. Nazismo contra el que dice luchar en Ucrania en defensa de la «cultura rusa«.
La mayoría de los votos se depositarán entre el viernes y el domingo en los colegios electorales del país. El voto por correo comenzó hace casi una semana en el extranjero.
En las elecciones participarán las regiones anexionadas por Rusia en 2022, pese a determinadas áreas siguen bajo control de las fuerzas ucranianas. Desde Kiev advierten amenazas y actos de violencia precisamente contra los residentes de estas provincias; a quienes se estaría presionando para que acudan a las urnas contra su voluntad. Algo que es negado desde Moscú, que insiste en considerar Jersón, Zaporiyia, Donetsk y Lugansk como regiones «liberadas».
Comicios sobre los que pesa la sombra de la sospecha de fraude.
El régimen de Putin y el sistema electoral ya han provocado en el pasado críticas y condenas por presunto fraude electoral.
La lista de candidatos a la Presidencia se ha visto reducida a cuatro. Después de que Boris Nadezhdin –el único candidato que alzó la voz contra la invasión en Ucrania– queda fuera de la carrera electoral. A él se suman más de una decena de políticos cuyas candidaturas son denegadas por la Comisión Electoral Central. Por lo que Putin únicamente cuenta con tres rivales, ninguno de ellos lo suficientemente fuerte como para amenazar su puesto en el Kremlin.
Una oposición alineada con Putin y con diferencias cosméticas.
En la carrera presidencial solo cuenta con tres candidatos. Los cuales salvo por diferencias nimias están alineados con los ejes maestros de la política de Putin. El Partido Comunista presenta a Nikolay Kharitonov, al que se le ha permitido presentar un candidato en cada elección desde el año 2000, apoya la invasión a Ucrania y postula sus medidas en el aumento del salario mínimo y la inversión en vivienda.
En segundo lugar, Leonid Slutsky del Partido Liberal Democrático. Un ultranacionalista que apuesta por la ejecución de presos ucranianos y la derrota total de Ucrania. En tercer lugar, tenemos a Vladislav Davankov del Partido Pueblo Nuevo. Es un político de bajo perfil que apoya la invasión de Ucrania; coautor de una ley que prohibía a las personas trans cambiar su género en documentos o recibir atención médica.
Como se puede observar, estas elecciones carecen de una oposición real. El único atisbo de oposición radicaba en Navalni, quien murió hace semanas en extrañas circunstancias en una cárcel rusa. Por otro lado, desde la comunidad internacional se perciben estos comicios como una suerte de pantomima, puesto que no se realizan bajo garantías democráticas. Se trata de unos comicios en los que no habrán observadores internacionales independientes.
Popularidad de Putin en auge.
La popularidad del mandatario ruso está por las nubes. Según los últimos sondeos en enero de 2024, un 85% de los ciudadanos aprobaba la gestión del presidente Vladímir Putin. Su popularidad experimentó un aumento desde 2022 tras el descenso producido en 2020, debido al confinamiento a causa de la COVID-19. A pesar de que la declaración de guerra a Ucrania le ha generado una gran impopularidad a nivel global, Putin sí parece contar con la aprobación del pueblo ruso.