Habitantes del este del COngo huyendo de la violencia // Aubin Mukoni/AFP
Al menos 70 personas, incluidas nueve soldados y la esposa de uno de ellos, murieron cuando hombres armados atacaron una aldea en el oeste de la República Democrática del Congo (RDC). Según las autoridades locales, el ataque ocurrió el pasado sábado en el pueblo de Kinsele, a unos 100 kilómetros al este de la capital, Kinshasa, aunque no se supo hasta hoy. Los atacantes eran miembros de la milicia Mobondo, un grupo armado que se presenta como defensor del pueblo Yaka.
Kinsele se encuentra en el territorio de Kwamouth, donde en los últimos dos años ha surgido un conflicto entre dos comunidades locales, Teke y Yaka, que ha resultado en la muerte de cientos de civiles. El incidente ocurrió en una zona afectada por la violencia intercomunitaria, conocida como Gran Bandundu, que abarca las provincias congoleñas de Mai-Ndombe, Kwango y Kwilu.
Según la organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW), en junio de 2022 estalló un conflicto por reclamaciones territoriales y consuetudinarias en el territorio de Kwamouth entre las comunidades “indígenas” y “no indígenas”, particularmente por los derechos a la tierra y los impuestos consuetudinarios entre los teke, los habitantes históricos de la región, y los agricultores de varios otros grupos étnicos, incluidos los yaka, que se han asentado más recientemente cerca del río Congo. Las tensiones aumentaron debido al incremento de un impuesto consuetudinario que los agricultores tekes y yakas deben pagar a los jefes tradicionales tekes, propietarios de los terrenos, para usar la tierra.
A pesar del alto el fuego acordado en abril de 2024 en presencia del presidente congoleño Félix Tshisekedi, los enfrentamientos entre las dos comunidades han continuado y se han intensificado en las últimas semanas, sin que el ejército congoleño haya logrado sofocar la violencia.
Mientras el ejército de la República Democrática del Congo está ocupado combatiendo a los grupos armados islamistas relacionados con el Estado Islámico en el este, la violencia también ha aumentado en el oeste del país. La violencia de los grupos islámicos impiden una efectiva respuesta del gobierno congoleño.