El presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció la disolución de la Asamblea Nacional el pasado 9 de junio, lo que ha generado un periodo de gran incertidumbre para los franceses, en particular para los agricultores, según ha declarado la Federación Nacional de los Sindicatos de Explotaciones Agrícolas (FNSEA) en un comunicado.
Actualmente, las instituciones francesas están paralizadas y la prioridad de los políticos son las dos vueltas de las elecciones legislativas, programadas para el 30 de junio y el 7 de julio. Esta situación ha generado una sensación de urgencia en la comunidad agrícola, ya que algunas ayudas de la Política Agraria Común (PAC), destinadas a recompensar las buenas prácticas medioambientales, debían pagarse a principios de 2024, pero siguen pendientes.
En las manifestaciones de los últimos meses, los agricultores han exigido la entrega rápida de estos subsidios. El 1 de febrero, el primer ministro francés, Gabriel Attal, prometió completar los pagos antes del 15 de marzo. Sin embargo, FNSEA y los Jóvenes Agricultores, JA, denunciaron en un comunicado conjunto del pasado 7 de junio que «tres meses después, casi una cuarta parte de los agricultores implicados en estas iniciativas medioambientales todavía no han recibido los pagos que les corresponden».
Ante la incertidumbre generada por el adelanto de las elecciones legislativas, los sindicatos de agricultores franceses han dado un ultimátum al Gobierno, afirmando que serán «intransigentes con la fecha límite del 15 de junio». Si no se cumple el plazo, no descartan nuevas protestas a partir del 17 de junio. Actualmente, más de la mitad de los importes de estas subvenciones siguen pendientes debido a problemas en el sistema digital, según el Gobierno.
Los agricultores franceses se enfadan con el Gobierno
Los agricultores también exigen que continúe el trabajo parlamentario sobre la ley de política agrícola, que ya ha sido aprobada por la Asamblea Nacional y debía ser enviada al Senado a mediados de junio. Aunque el Senado no se ve afectado por la disolución, sus labores están paralizadas. La FNSEA ha advertido que «una vez más, existe el riesgo de que no se respeten las decisiones políticas relativas a la agricultura francesa».
Cabe destacar que la agricultura depende ahora de los resultados electorales de estas elecciones. Según las estimaciones iniciales, la ultraderechista Agrupación Nacional (RN) tendría una mayoría relativa, con un 34%, seguida por la alianza de izquierda “Frente Popular”, con un 22%. Según la encuesta de Toluna Harris Interactive para Challenges, M6 y RTL, el partido de Macron obtendría un 19%.