Este barrio británico, ubicado al noreste de Londres, se ha convertido en un emblema de resistencia contra las marchas racistas y la violencia de la extrema derecha en el Reino Unido. Este vecindario, conocido por ser una de las zonas étnicamente más diversas del país, fue el epicentro de las protestas el pasado miércoles por la noche, en respuesta a los disturbios ocurridos tras el brutal apuñalamiento en Southport, al noroeste de Inglaterra, que resultó en la trágica muerte de tres niñas.
Reunió a unas 8.000 personas, formando un «escudo humano» frente a las manifestaciones impulsadas por radicales ultranacionalistas, quienes habían convocado más de un centenar de protestas frente a centros de apoyo a migrantes. Este acto de solidaridad se replicó en otros puntos del país, destacando el liderazgo del vecindario londinense en la lucha contra los discursos de odio.
La jornada más temida y la respuesta ciudadana
La situación del miércoles se presentaba como un desafío para las fuerzas de seguridad, con informes de inteligencia que advertían sobre la posibilidad de que ese día se desencadenaran las peores protestas desde que comenzaron los disturbios el 30 de julio, que ya acumulan medio millar de detenciones. Sin embargo, las temidas marchas antiinmigración, alimentadas por desinformación sobre el crimen de Southport, fueron contrarrestadas por un despliegue masivo en defensa de la convivencia. No se detectaron manifestantes radicales, y en otros lugares, aquellos que se presentaron fueron superados en número por defensores de la solidaridad.
Walthamstow: diversidad y convivencia
Walthamstow, conocido también como E17, se enorgullece de su diversidad multicultural. Según el último censo, solo el 36% de los habitantes son británicos blancos, mientras que el resto pertenece a diversos grupos étnicos.
El vecindario tiene un historial de activismo contra la derecha radical, destacando su resistencia en 2012 contra una marcha de la Liga de Defensa Inglesa (EDL) liderada por el ultranacionalista Tommy Robinson. Julia, una residente que participó en la movilización del miércoles, recordó: “Ya hemos impedido su paso antes, y ahora estamos aquí para detenerlos de nuevo”.
El Gobierno frente a la ola de violencia
El Gobierno británico enfrenta el reto de sofocar la reciente ola de violencia, exacerbada por la desinformación en las redes sociales. La semana pasada, tras días de relativa calma, el primer ministro Keir Starmer convocó una nueva reunión del Gabinete de Emergencias Cobra para monitorizar la situación y planificar la respuesta. Se ha desplegado un contingente de 6.000 agentes especializados en orden público, y se han impuesto sentencias exprés a los responsables de los disturbios, con penas de hasta tres años de cárcel.