El cierre de X, antes conocido como Twitter, sorprendió a millones de usuarios brasileños a pesar de que muchos lo veían venir. La compra de la plataforma por Elon Musk en 2022 había generado incertidumbre, y algunos usuarios ya habían comenzado a planear alternativas y respaldar sus datos. Sin embargo, cuando la clausura se hizo efectiva por orden judicial el pasado sábado, el desconcierto se apoderó de los 22 millones de usuarios brasileños que utilizaban la red social.
Migración masiva a Bluesky tras el cierre de X
Jefferson Nascimento, abogado de derechos humanos con más de 136.000 seguidores en X, describe la sensación de orfandad tras el cierre de la plataforma. Nascimento ha estado guiando a sus compatriotas en la migración hacia Bluesky, una red social creada por los fundadores originales de Twitter. En solo cuatro días, la aplicación ha ganado dos millones de usuarios. Considera que la «muerte» de X era inevitable desde la adquisición de Musk, quien cambió el nombre, modificó el algoritmo y generó un ambiente más hostil y saturado de publicidad.
Reacciones y dudas ante el cierre
A pesar de que el cierre estaba anunciado, muchos usuarios se mostraron sorprendidos. Nath Finanças, una influyente asesora financiera, compartió su frustración por la falta de acceso a la plataforma, pero también expresó cierto alivio por la ausencia de anuncios invasivos en su nueva red. Aunque redes como YouTube, Instagram y Facebook son más populares en Brasil, X desempeñaba un papel crucial en el debate político y social del país. Su cierre dejó a muchos preguntándose si la plataforma resurgiría y si valía la pena invertir tiempo y esfuerzo en otra red social en medio de tanta incertidumbre.
Alternativas: Bluesky y Threads
Mientras que Threads, de Meta, se perfila como una red más orientada a las marcas y con menos espacio para el debate político, Bluesky, que comparte similitudes con el antiguo Twitter, fue la opción preferida por muchos. Para algunos usuarios, mudarse a esta nueva plataforma fue como volver a un hogar familiar, aunque precario, ya que aún temen que la nueva plataforma también pueda desaparecer.
Debate sobre la soberanía y las acciones de Musk
La orden de cierre de X generó un amplio debate sobre el respeto a la soberanía nacional por parte de grandes corporaciones tecnológicas. Para Fernanda K. Martins, investigadora del Internet Lab, el hecho de que Musk ignore las leyes brasileñas mientras colabora con regímenes autoritarios es una ofensa para muchos en el país. Martins señala que X, cuando era Twitter, jugaba un papel fundamental como termómetro político y fuente de información sobre acontecimientos clave. Sin embargo, la progresiva degradación de la plataforma ha disminuido su relevancia en ese sentido.