Imagen: Unifil
Los despliegues de la ONU se han desarrollado en situaciones tan diversas como las propias guerras en las que se ha intervenido: desde operaciones con éxito moderado, como en Kosovo y Timor Oriental, hasta casos de pasividad alarmante, como el de los cascos azules holandeses en Srebrenica, la parálisis de la Minurso en el Sáhara Occidental o la presencia obsoleta de la ONU en la línea azul de Nicosia, en Chipre. Actualmente, destacan dos misiones de gran complejidad: el polémico despliegue de seguridad en Haití y la misión de paz en el sur del Líbano, en medio de la reciente ofensiva israelí contra Hizbulá.
Han Dorussen, profesor de la Universidad de Essex, sostiene que, aunque Unifil ha logrado «bastante» a lo largo de sus más de cuatro décadas de presencia en el sur del Líbano, su misión nunca fue de disuasión ni de control militar sobre Hizbulá, como Israel parece sugerir actualmente.
Limitaciones prácticas y la perspectiva de una paz sostenible
Para Mateja Peter, profesora de la Universidad de St Andrews, las limitaciones de la ONU son claras: es una misión de paz tradicional, enfocada en vigilar y reducir tensiones, pero sin la capacidad de impedir enfrentamientos armados o proteger civiles activamente, como sucede en otras misiones, como en Sudán del Sur. Esta incapacidad de actuación fuera de su mandato añade más complicaciones en un contexto de conflicto activo.
Vanessa Newby, experta de la Universidad de Leiden, destaca los seis objetivos de la resolución 1701, desde supervisar el cese de hostilidades hasta apoyar al ejército libanés en la desmilitarización de la zona. Sin embargo, advierte que evaluar solo en función de estos objetivos sería injusto, ya que la misión ha contribuido en gran medida a la estabilidad de la región, ofreciendo además proyectos de impacto social, como servicios médicos y mejora de infraestructuras locales.
El rol político y el vacío de poder en Beirut
En términos políticos, la dependencia de la ONU del consentimiento de las autoridades locales puede limitar su capacidad operativa, especialmente en situaciones donde esas autoridades son parte activa del conflicto. Este condicionante es común en misiones de pacificación, que suelen privilegiar la estabilidad a corto plazo sobre una paz sostenible, con el riesgo de nuevos episodios de violencia tras su retirada.
La presencia de Unifil, aunque limitada, cumple una función esencial al proporcionar información de valor sobre el terreno. Según Dorussen, «la razón por la cual Israel desearía que se retirara es, en parte, para evitar el escrutinio y los informes creíbles que proporciona en la zona«.
Europa y Unifil: una misión bajo ataque
En las últimas semanas, la misión ha sido blanco de ataques israelíes. Si bien la ONU se resiste a trasladar a sus tropas, el valor de la misión para Europa es evidente. Países como Francia, Italia y España contribuyen con tropas en el terreno, lo que refuerza simbólicamente el compromiso europeo con el mantenimiento de la paz. Para Peter, esta contribución representa un respaldo concreto a los esfuerzos multilaterales de la ONU, y su defensa es de interés para Europa y Occidente.