Bruno Retailleau, ministro del Interior, propone la supervisión militar para jóvenes desvinculados de la sociedad. Su proyecto de ley, que busca crear establecimientos «militarizados» para «recivilizar» a los jóvenes en dificultades, ha generado reacciones divididas, aunque cuenta con un amplio apoyo popular. Según una encuesta de CSA publicada por Le Journal du Dimanche, el 86% de los franceses apoya la iniciativa, mientras que solo un 19% se opone.
Retailleau expresó su compromiso en la lucha contra la delincuencia juvenil y la reducción de la violencia entre los jóvenes, subrayando la importancia de establecimientos educativos donde se implementaría una supervisión militar para aquellos jóvenes que hayan cometido delitos graves, especialmente en el contexto del tráfico de drogas. Esta propuesta se presenta como parte de un esfuerzo por encontrar soluciones a una juventud que algunos consideran perdida.
Amplio apoyo parlamentario
La propuesta de Bruno Retailleau sobre la supervisión militar de jóvenes genera amplio apoyo político y popular, pero también dudas sobre su efectividad. El proyecto, que ha recibido un fuerte respaldo, especialmente desde la derecha política, cuenta con el apoyo del 87% de los votantes de Los Republicanos (LR) y el 97% de la Agrupación Nacional (RN). Además, el 64% de los votantes de La France Insoumise (LFI) y el 81% de los del Partido Socialista (PS) también están a favor, según las encuestas. El apoyo es alto entre hombres (79%) y mujeres (82%), así como entre los jóvenes adultos (85% de los de 25 a 34 años).
Sin embargo, a pesar del amplio apoyo popular, el proyecto de Retailleau ha suscitado dudas sobre su efectividad, especialmente a la luz de la experiencia de programas anteriores, como el «Jóvenes en el Equipo de Trabajo», lanzado en 1984 y activo hasta 2004. Según datos reportados por BFMTV, dos años después de participar en este programa, más del 60% de los jóvenes delincuentes volvieron a la delincuencia, y el 20% de los adultos reincidieron en encarcelamientos, lo que plantea preguntas sobre la viabilidad a largo plazo de este tipo de medidas.
La inseguridad callejera, primera causa de apoyo a la supervisión militar de jóvenes delincuentes
La supervisión militar de jóvenes delincuentes, un tema recurrente en el debate público. En octubre de 2023, tras los disturbios urbanos provocados por la muerte de Nahel, la ex primera ministra Élisabeth Borne sugirió la posibilidad de implementar supervisión militar para los jóvenes en conflicto con la ley, resaltando que podría ayudar a transmitir «valores de disciplina y superación». Borne también recordó que algunas iniciativas similares ya se habían probado con anterioridad.
Por su parte, Bruno Retailleau se mostró en contra de la generalización del Servicio Nacional Universal (SNU), considerándolo un fracaso, ya que no aborda adecuadamente las necesidades de los jóvenes en crisis. En su lugar, el ministro aboga por un enfoque más específico y rígido, basado en la autoridad militar. Sin embargo, esta propuesta genera dudas sobre su eficacia real, así como sobre los posibles impactos en los derechos de los jóvenes afectados, quienes ya se encuentran debilitados por su situación social y familiar.