Afganistán, un país sumido en la represión desde la vuelta al poder de los talibanes en 2021, el veto a las artes marciales mixtas (MMA) se suma a la larga lista de restricciones impuestas por el régimen extremista. Este deporte, más que una actividad física, representaba un espacio donde las ideas de libertad y autodeterminación ganaban terreno, algo intolerable para los talibanes.
Excusa de la violencia
Bajo el pretexto de que las MMA son “demasiado violentas”, los talibanes han justificado su prohibición de esta disciplina. Desde su retorno al poder, la introducción de la sharía, o ley islámica, ha servido como fundamento para suprimir cualquier expresión que no encaje en su estricta interpretación religiosa. Aunque las artes marciales mixtas ya estaban oficiosamente prohibidas, dado que en 2021 se introdujo una legislación que vetaba los “puñetazos en la cara”, ahora la policía moral del régimen ha emitido una orden directa para acabar con su práctica.
La Dirección General de Educación Física y Deportes de los talibanes declaró que el deporte “es problemático con respecto a la sharía y tiene muchos aspectos que son contradictorios con las enseñanzas del Islam”. Este anuncio oficial confirma la intención del régimen de eliminar cualquier vestigio de una cultura que fomente valores distintos a los que ellos imponen.
La prohibición llega en un momento en que las MMA estaban ganando popularidad en Afganistán. Desde la fundación de la Federación de Artes Marciales Mixtas de Afganistán en 2008, pasando por la creación del Campeonato de Lucha Snow Leopard en 2015 y el Campeonato de Lucha de Afganistán en 2018, la disciplina había cobrado fuerza, especialmente entre los jóvenes.
Historias como la de Sayed Waris Hashime, un joven peleador de MMA que huyó de Kabul cuando los talibanes tomaron el poder, son testimonio de cómo este deporte servía como una vía de escape y un símbolo de esperanza para muchos. Hashime, quien ahora vive en Suiza en condiciones precarias, es uno de los muchos jóvenes que han visto truncados sus sueños por el régimen talibán.
MMA y las ideas de libertad
Más allá de ser un deporte, las artes marciales mixtas se habían convertido en un espacio donde las ideas a favor de la libertad comenzaban a ganar relevancia. Esto es algo que no conviene a los extremistas islámicos, cuyo control sobre la sociedad depende de la supresión de cualquier pensamiento disidente.
Un ejemplo notable de cómo las MMA se han convertido en una plataforma para la difusión de ideas libertarias es el caso del peleador brasileño Renato Moicano. En abril de este año, Moicano se volvió viral después de pronunciar un discurso en el que recomendaba leer las “Seis Lecciones de la Escuela Austriaca de Economía” de Ludwig von Mises tras una victoria en la UFC 300, la liga más importante de las MMA. En su discurso, Moicano expresó su amor por Estados Unidos, la Constitución, la Primera Enmienda y la propiedad privada, lo que resultó en más de 50,000 descargas del libro en el portal del Instituto Mises en solo dos días.
La prohibición de las MMA en Afganistán va más allá de una simple medida contra un deporte “violento”. Los talibanes, en su afán de controlar todas las esferas de la vida en el país, ven en esta disciplina una amenaza a su autoridad. La popularidad global de las MMA, impulsada por figuras como el presidente de la UFC, Dana White, y su relación cercana con figuras políticas como Donald Trump, solo aumenta el rechazo de los talibanes hacia este deporte. Para el régimen, la lucha no es solo contra los puños y las patadas, sino contra las ideas de libertad y autonomía que este deporte simboliza.