Marruecos ha llevado a cabo intentos continuos de excluir al Frente Polisario de cumbres internacionales, en contra de los intereses de los saharauis y Argelia. La campaña de bloqueo sistemático contra el reconocimiento de los derechos del pueblo saharaui ha sido denunciada por Argelia. Según fuentes diplomáticas argelinas, Marruecos utiliza su influencia y presión política para evitar que el Polisario, el movimiento que lucha por la independencia del Sáhara Occidental, sea incluido en reuniones importantes que afectan al continente africano y su desarrollo.
Uno de los casos más recientes fue la Conferencia Internacional de Tokio sobre el Desarrollo de África (TICAD), celebrada del 23 al 25 de agosto. Argelia ha acusado a Marruecos de manipular la organización de esta cumbre para impedir la participación del Polisario, a pesar de los esfuerzos argelinos por garantizar la representación de los saharauis en eventos de relevancia internacional. Argelia sostiene que el objetivo de Marruecos es perpetuar la exclusión de una voz clave en la resolución del conflicto del Sáhara Occidental, dificultando el camino hacia una solución pacífica y justa.
Argelia también ha denunciado lo que considera una política de intimidación y manipulación por parte de Marruecos, señalando que, en cumbres previas como las celebradas en Pekín, Seúl y Bali, la exclusión del Polisario solo refleja la falta de voluntad de Marruecos para resolver el conflicto de forma democrática y respetuosa con el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui. Esta postura, que Argelia describe como un «bloqueo diplomático», impide que las cumbres se conviertan en un espacio inclusivo para todas las partes implicadas en los grandes retos de África.
Para Argelia, la actitud de Marruecos no solo afecta las relaciones bilaterales entre ambos países, sino que priva al continente africano de una oportunidad crucial para avanzar en la construcción de un futuro compartido basado en la cooperación y el respeto mutuo. En lugar de fomentar el diálogo, Marruecos, según las acusaciones, utiliza tácticas de presión y exclusión que benefician solo a su propia narrativa, mientras ignora las voces de los saharauis, que llevan décadas luchando por su independencia.
A pesar de estos obstáculos, Argelia sigue apoyando firmemente la causa del Frente Polisario, destacando la importancia de su participación en cumbres como la reciente China-África, donde nuevamente Marruecos presionó para que el Polisario no fuera invitado. Esta exclusión, según Argelia, refleja la creciente influencia de Marruecos en la arena internacional, pero también la falta de compromiso con una solución equitativa al conflicto del Sáhara Occidental.
El Frente Polisario, a pesar de las constantes maniobras diplomáticas de Marruecos, sigue contando con el respaldo de Argelia y otros países que defienden su derecho a la autodeterminación. Argelia ha sido crítica de lo que considera una estrategia de «propaganda marroquí» que busca legitimar su control sobre el Sáhara Occidental mientras intenta silenciar cualquier oposición.
La exclusión del Polisario de cumbres internacionales no solo aísla a este movimiento separatista, sino que también cuestiona la legitimidad de los foros donde Marruecos logra imponer su agenda. Argelia continúa abogando por un enfoque más inclusivo que permita la representación de todas las partes, especialmente aquellas que han sido marginadas en las discusiones sobre el futuro del Sáhara Occidental.