Este lunes, Giorgia Meloni, primera ministra italiana, se reunió en Roma con Viktor Orbán, primer ministro de Hungría, cuyo país asumirá la presidencia rotativa del Consejo de la Unión Europea el 1 de julio. El encuentro no fue meramente protocolar. Meloni busca el apoyo de Orbán en un momento crucial para la renovación de los altos cargos de la UE, en medio de los esfuerzos de Francia y Alemania por aislarla en las negociaciones.
Unas declaraciones apoyadas por Francia
Durante una entrevista, el canciller alemán Olaf Scholz criticó a la primera ministra italiana, subrayando su posición en la derecha del espectro político y sugiriendo que los futuros líderes de la Comisión de la UE deberían depender de partidos democráticos tradicionales. Estas declaraciones, apoyadas también por el presidente francés Emmanuel Macron, han enfurecido a la italiana, quien, tras las elecciones europeas, ha salido reforzada y ahora persigue obtener un puesto clave en la Comisión a cambio de su apoyo a Ursula von der Leyen para su reelección.
Italia quiere la vicepresidencia de la Comisión
Antonio Tajani, ministro de Exteriores italiano, declaró que Italia busca un vicepresidente de la Comisión y un comisario fuerte para promover políticas favorables a la industria y la agricultura. Entre los posibles candidatos italianos se encuentran Raffaelle Fitto y Elisabetta Belloni.
Negociaciones entre los mandatarios
Las negociaciones fueron discutidas entre Meloni y Orbán, quien criticó que la UE permita que algunos países se sientan excluidos. Según Orbán, la Comisión Europea se ha convertido en un organismo parcial controlado por una coalición de tres partidos, dejando a otros fuera de las decisiones clave.
A pesar de los desacuerdos, especialmente en relación con Ucrania, mantienen la esperanza de fortalecer su grupo político. El grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), al que pertenecen Hermanos de Italia y Vox, ha ganado fuerza al sumar a once eurodiputados sin grupo, incluyendo a la sobrina de Marine Le Pen, convirtiéndose en la tercera fuerza del Parlamento Europeo y superando a los Liberales de Macron.