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Donald Trump ha dejado claro que el control fronterizo y la lucha contra el fentanilo serán temas centrales en la agenda que llevará a la relación con México a partir de su llegada a la Casa Blanca en enero. Con una retórica firme, The Wall Street Journal informó que el presidente electo contempla declarar una emergencia nacional desde su primer día en el cargo, con la intención de implementar un plan de deportaciones masivas, independientemente de si los inmigrantes indocumentados han cometido delitos o no. Este lunes, además, Trump anunció que Tom Homan, exfuncionario de su administración y defensor de una política migratoria estricta, será su nuevo encargado de la frontera.
Plan de mano dura contra el narcotráfico
Durante la campaña, Trump expresó su postura contundente sobre el narcotráfico, criticando al gobierno mexicano por estar, según él, «petrificado» ante el poder del narcotráfico. Al ser cuestionado sobre la posibilidad de bombardear a los cárteles, el presidente electo respondió afirmativamente, asegurando que EE.UU. recuperará su territorio y «sacará del negocio» a los cárteles. Su equipo también ha hablado de un programa de deportación masiva que impactaría a cerca de once millones de inmigrantes. J.D. Vance, vicepresidente electo, señaló que comenzarán con un millón, criticando la postura de Kamala Harris en esta cuestión.
Preocupación en el Gobierno mexicano por el intervencionismo
La posibilidad de un mayor intervencionismo militar en México genera inquietud, recordando un escenario que no se ha visto desde el gobierno de Venustiano Carranza en 1917, cuando tropas estadounidenses cruzaron el Río Bravo. La cúpula militar mexicana, con fuertes lazos con el Pentágono y un papel importante en el gobierno de Claudia Sheinbaum, considera que la cooperación con el próximo gobierno republicano será fundamental. Fuentes militares indicaron que descartan acciones unilaterales de Trump en territorio mexicano, aunque reconocen que el arresto de Ismael «Mayo» Zambada, capo del Cártel de Sinaloa, da pistas sobre la posible dirección de la estrategia de EE.UU.
Zambada, según informó, habría sido secuestrado en México por los hijos de Joaquín «El Chapo» Guzmán y trasladado a Texas en un avión privado donde lo esperaba la DEA. Este hecho ha sido comentado por Sheinbaum, quien sugirió en sus conferencias que “el fin no justifica los medios”.
El futuro de la DEA y los planes de Trump
Otro tema pendiente es el papel de la DEA en México. Trump ha criticado a las agencias de seguridad estadounidenses y se especula con posibles reformas en estas instituciones. Durante el gobierno de López Obrador, la relación con la DEA fue tensa, algo que Sheinbaum intentará revertir. Además, en el entorno de Trump han surgido rumores sobre documentos clasificados, encontrados en Mar-a-Lago, que contemplarían el uso de drones para atacar laboratorios de fentanilo en México.
La migración, un campo de conflicto
El tema migratorio también será un desafío. Trump ha prometido cerrar la frontera con México y avanzar en un plan de deportaciones masivas desde el primer día de su mandato. Sin embargo, expertos como Yesenia Valdéz, coordinadora de Defensa Integral en México, advierten que tal medida tendría un impacto económico severo al privar a industrias de una mano de obra clave. Además, en el entorno de Sheinbaum creen que las deportaciones masivas serían difícilmente realizables, tanto por los recursos necesarios como por la resistencia de algunos estados y de países que podrían negarse a recibir deportados.