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A primeras horas del, una oleada de proyectiles rusos irrumpió en el cielo ucraniano, desatando varias explosiones que sacudieron las ventanas en Kiev y otras importantes ciudades del país. El metro de la capital, que normalmente alberga a miles de pasajeros, se convirtió en un refugio antiaéreo, acogiendo a cientos de civiles que buscaban protección. Las alarmas sonaron poco antes de las 6 de la mañana, coincidiendo con el despegue de hasta 17 bombarderos estratégicos Tu-95, según informó la Fuerza Aérea de Ucrania. Esta ofensiva aérea a gran escala tenía como objetivo principal la debilitada infraestructura energética ucraniana.
Zelenski denuncia uno de los ataques más grandes
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, calificó el ataque como uno de los más intensos hasta la fecha. “Este fue uno de los ataques más grandes: un ataque combinado en el que participaron más de cien misiles de varios tipos y alrededor de cien ‘Shaheds‘”, declaró en sus redes sociales. Los ataques se centraron en la infraestructura energética de diversas ciudades, incluyendo Leópolis, Dnipro, Cherkasi y Kiev, afectando a un total de 15 provincias, según informó el primer ministro Denis Shmyhal. “Los terroristas rusos han vuelto a atacar la infraestructura energética. Lamentablemente, en varias regiones se han producido daños”.
Impacto en la infraestructura energética y respuesta de ucrania
El ataque ha causado daños significativos en el sector energético. Ante esto, el presidente ucraniano pidió a los aliados occidentales, específicamente a Francia, Reino Unido y Estados Unidos, que eliminen las restricciones en el uso de armamento occidental en territorio ruso, argumentando que “no se puede limitar la capacidad de largo alcance de Ucrania cuando los terroristas no enfrentan tales limitaciones”.
Los ataques provocaron cortes de electricidad en diversas regiones del país, incluyendo varios distritos de Kiev, donde también se registraron problemas con el suministro de agua en la margen derecha del río Dniéper. La compañía eléctrica estatal Ukrenergo se vio obligada a implementar apagones de emergencia a nivel nacional. El ministro de Energía, Herman Galushchenko, describió la situación como “difícil”, y señaló que aún se están evaluando los daños causados por el ataque. El sistema ferroviario ucraniano también se vio afectado, y Ukrzaliznytsia activó seis locomotoras diésel para asegurar el tránsito de trenes de larga distancia.
Extensión del bombardeo y reacción de la OTAN
El bombardeo alcanzó varias regiones de Ucrania, desde Leópolis, Rivne e Ivano-Frankivsk en el oeste, hasta el centro y sur del país. Las explosiones se sintieron en ciudades como Odesa, Vinnytsia, Zaporiya y Dnipro. Debido a la proximidad de los ataques a las fronteras de la OTAN, el Comando Operacional de las Fuerzas Armadas polacas informó sobre el despliegue de aviones de la Alianza.