La Franja de Gaza ha sido escenario de una de las ofensivas militares más letales en los últimos meses. Más de 400 palestinos han muerto en una serie de bombardeos lanzados por el Ejército de Israel contra el enclave, según han confirmado las autoridades locales. Entre las víctimas se encuentran importantes líderes de Hamás, lo que supone un duro golpe para la cúpula del grupo.
La oficina de prensa gazatí informó que entre los fallecidos están el jefe del gobierno de Gaza, Isam al Dalis; el ministro del Interior, Mahmud abú Uatfa; y el director general del servicio de seguridad interna, Bahjat abú Sultán. También perdió la vida el vicesecretario del Ministerio de Justicia, Ahmed al Hata. Las autoridades de Gaza denunciaron que estos líderes fueron atacados directamente junto a sus familias por la aviación israelí.
Por otro lado, el brazo armado de la Yihad Islámica, las Brigadas al Quds, confirmaron la muerte de su portavoz, Abú Hamza, aunque el Ejército de Israel no se ha pronunciado al respecto.
Gideon Saar defiende la ofensiva sobre Gaza afirmando que “Israel no tenía alternativa”
El Gobierno israelí justificó los ataques asegurando que Hamás rechazó todas las propuestas de mediación para prolongar el alto el fuego que había estado en vigor desde el 19 de enero. El ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar, defendió la ofensiva afirmando que “Israel no tenía alternativa” tras la negativa de Hamás a liberar a los rehenes israelíes. “No renunciaremos a nuestros objetivos de guerra”, declaró Saar en un comunicado.
La operación militar, denominada “Fuerza y Espada”, ha sumido a la Franja de Gaza en una crisis humanitaria. Hospitales colapsados y miles de desplazados son el saldo inmediato de la reanudación de las hostilidades. La ONU expresó su “horror” ante el elevado número de víctimas civiles y pidió a ambas partes cesar la escalada de violencia.
A nivel internacional, Estados Unidos respaldó la operación israelí y advirtió que Hamás “pagará un precio alto” por su accionar. Rusia, en cambio, condenó los ataques y alertó sobre el riesgo de una nueva escalada de tensiones en Oriente Medio.
La comunidad internacional observa con preocupación el deterioro de la situación en la región, mientras la posibilidad de una solución pacífica parece alejarse cada vez más.
