El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha desmentido las afirmaciones sobre la falta de un rumbo claro en la ofensiva militar en Gaza, después de que un artículo en Ynet revelara el descontento entre los altos mandos militares israelíes. Según el artículo, los líderes militares se sienten frustrados por la falta de una hoja de ruta precisa tras diez meses de guerra en el enclave palestino.
Netanyahu se dirigió a Ynet durante una reunión de gabinete y subrayó que el objetivo de la ofensiva es «la victoria». Aseguró que las fuerzas israelíes están llevando a cabo una campaña sistemática para destruir a Hamás, centrándose en eliminar sus capacidades militares y gubernamentales y liberar a los rehenes capturados. «Los combates tienen un propósito claro y no es cierto que estén sin objetivo. Nuestros soldados están trabajando para demoler las capacidades de Hamás y resolver la situación», declaró el primer ministro.
Sin embargo, la perspectiva en el terreno parece menos optimista. Soldados israelíes entrevistados por Ynet indicaron que el Gobierno no ha establecido un «objetivo a largo plazo» para la guerra en Gaza y que la situación actual está en un estado de «estancamiento». Esta percepción de falta de dirección se refleja en la tensión en la frontera norte de Israel con Hizbulá, intensificada por recientes incidentes violentos, incluido un ataque en Majdal Shams que resultó en la muerte de 12 niños y la respuesta israelí que causó la muerte de un dirigente de Hizbulá.
El malestar entre las tropas no es nuevo. Anteriores informes de medios israelíes también han documentado la frustración de los soldados, algunos de los cuales han expresado dudas sobre la capacidad de la ofensiva para eliminar a Hamás y traer de vuelta a casa a los más de cien rehenes aún en poder del grupo militante.
La presión sobre Israel se ha intensificado, tanto desde los familiares de los rehenes como desde la comunidad internacional. En respuesta a este clamor, Israel ha anunciado que enviará una delegación de negociadores el próximo jueves para tratar los detalles de un acuerdo de tregua. Este acuerdo es impulsado por mediadores como Estados Unidos, Egipto y Qatar, quienes han solicitado que se reanuden las discusiones en Doha o El Cairo para cerrar «todas las brechas restantes» y aplicar el pacto sin más demora.
La propuesta de tregua se basa en principios anunciados por el presidente estadounidense Joe Biden en mayo, que incluyen un alto el fuego completo durante seis semanas, la retirada de las tropas israelíes de las áreas pobladas de Gaza y un intercambio de rehenes por palestinos encarcelados en Israel.
