Un devastador ataque aéreo llevado a cabo por las fuerzas israelíes el miércoles cobró la vida de varios familiares de Ismail Haniyeh, el líder político máximo de Hamás en la Franja de Gaza. Este incidente ha ocurrido en un momento crítico, mientras Israel se encuentra inmerso en delicadas negociaciones de alto el fuego con el grupo islamista, que ha reafirmado su firmeza ante la presión externa.
Los “hijos” de Hamás
Los hijos de Haniyeh, figuras prominentes en el conflicto, fueron identificados como agentes de Hamás por las autoridades israelíes. En respuesta, Haniyeh acusó a Israel de actuar con «sed de venganza y asesinato». Este trágico evento ha puesto en peligro las conversaciones de alto el fuego mediadas internacionalmente, que recientemente habían mostrado signos de progreso, a pesar de las discrepancias existentes en temas cruciales.
Aumento de la presión internacional
La escalada de violencia también ha coincidido con un aumento de la presión internacional sobre Israel para que modifique su enfoque en el conflicto, especialmente en lo que respecta a la provisión de ayuda humanitaria ante la grave situación humanitaria en Gaza.
Defensa del pueblo palestino
En declaraciones a la cadena Al Jazeera, Haniyeh enfatizó que estos actos de violencia no disuadirán a Hamás de defender las demandas de su pueblo. Las imágenes transmitidas por la emisora de televisión de Hamás, Al-Aqsa TV, mostraron a Haniyeh recibiendo la noticia de las muertes mientras visitaba a palestinos heridos en un hospital en Catar, donde reside en el exilio.
La muerte de los familiares
Según Al-Aqsa TV, los hijos de Haniyeh, junto con varios familiares, viajaban en un solo vehículo que fue atacado por un dron israelí en el campo de refugiados de Shati, en la ciudad de Gaza. El Ejército de Israel afirmó que los hijos de Haniyeh eran militantes de Hamás y que habían participado en actividades militantes en el centro de la Franja de Gaza.
¿Una derrota militar?
En medio de esta escalada de violencia, el ministro del Gabinete de Guerra israelí, Benny Gantz, declaró que Hamás había sido derrotado militarmente, aunque advirtió que la lucha contra el grupo continuará en los próximos años. Esta afirmación se produce en un contexto en el que Israel enfrenta críticas internacionales por su manejo de la guerra, particularmente en relación con el reciente ataque a un convoy de ayuda humanitaria que provocó la muerte de siete trabajadores de la organización benéfica World Central Kitchen.