Imagen: el presidente de EE.UU., Donald Trump y Xi Jinping I AP Photo
La relación de España con Estados Unidos se basa en una fuerte cooperación política, económica y de seguridad. Ambos países son aliados dentro de la OTAN y colaboran estrechamente en temas como la lucha contra el terrorismo, el cambio climático y las políticas de defensa. A nivel económico, Estados Unidos es uno de los principales socios comerciales de España, con un intercambio que abarca sectores como la tecnología, la energía y la automoción. Además, España ha mantenido un papel activo en el refuerzo de las relaciones transatlánticas dentro de la Unión Europea.
Por otro lado, las relaciones de España con China se centran en el comercio y la inversión. China se ha convertido en uno de los principales socios comerciales de España fuera de la Unión Europea, con un notable incremento en las importaciones, especialmente de productos electrónicos y textiles. La cooperación bilateral también se extiende a áreas como la infraestructura, la tecnología y la energía renovable. Sin embargo, la relación con China es compleja, marcada por la competencia económica, la preocupación por los derechos humanos y las tensiones en la arena internacional, especialmente en temas como la política de Hong Kong y la postura respecto a Taiwán.
Relaciones comerciales desiguales
En 2024, las relaciones comerciales entre España y Estados Unidos reflejaron un intercambio significativo. España exportó productos por valor de aproximadamente 16.600 millones de euros e importó bienes por unos 26.100 millones de euros desde Estados Unidos. Entre los productos más destacados exportados por España a Estados Unidos se encuentran los combustibles y aceites minerales, con ventas superiores a los 8.800 millones de euros, así como aceite de oliva, conservas de frutas y verduras, y bebidas como vino y cava.
Sin embargo, las relaciones comerciales entre España y China continuaron fortaleciéndose, con un volumen de intercambios global que superó los 50.000 millones de euros, según fuentes del Gobierno. España se consolidó como el cuarto socio comercial de China y el segundo proveedor de bienes de la Unión Europea, con más de 14.500 empresas españolas exportando a este mercado. No obstante, a pesar de las inversiones en energía y el intercambio de bienes y servicios (de cuyo cómputo se obtiene la cifra anterior), las importaciones sumaron un total de 20.746 millones de euros frente los 7.467 millones en exportaciones.
Auge del comercio, pero riesgos geopolíticos
Expertos en economía internacional señalan que, aunque el auge del comercio chino puede representar un motor de crecimiento, depender en exceso de este mercado podría exponer a España a riesgos asociados con tensiones geopolíticas, diferencias en regulaciones y estándares, y preocupaciones en materia de derechos humanos e innovación tecnológica.