El Gobierno de Portugal ha lanzado una propuesta fiscal revolucionaria en un intento de detener la creciente salida de jóvenes en busca de mejores oportunidades laborales. El ejecutivo liderado por Luís Montenegro busca convertir al país en un destino fiscalmente atractivo para los menores de 35 años, quienes, según el plan, apenas pagarían impuestos. Esta medida ha generado preocupación en instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI), que cuestionan tanto su eficacia como su coste fiscal.
El plan del Gobierno de Montenegro: una década de alivio fiscal para jóvenes
El ejecutivo portugués ha incluido en su proyecto de Presupuestos para 2025 una serie de incentivos fiscales dirigidos a jóvenes trabajadores. El plan consiste en una exención total del Impuesto sobre la Renta (IRPF) durante el primer año de trabajo para aquellos menores de 35 años que ganen menos de 28.000 euros anuales. A partir del segundo año, los tramos impositivos se irán incrementando de manera progresiva: durante los siguientes cuatro años, los jóvenes pagarían impuestos solo por el 25% de sus ingresos; del sexto al noveno año, la carga fiscal se aplicaría sobre el 50% de sus salarios; y en el décimo año, sobre el 75%.
Este paquete de medidas supondría un alivio fiscal de unos 650 millones de euros y tiene como principal objetivo frenar la fuga de talento, un problema grave en Portugal, el país europeo con la mayor tasa de emigración de la Unión Europea. Desde 2008, más de 360.000 jóvenes han dejado el país en busca de mejores oportunidades laborales.
Incertidumbre y escepticismo: la respuesta del FMI
El Fondo Monetario Internacional no tardó en expresar sus dudas sobre la efectividad del plan. Según el organismo, no hay pruebas de que esta medida logre frenar la emigración, ya que el impacto de un sistema fiscal diferenciado por edades es incierto. Además, advierte que la propuesta supondría una reducción significativa en los ingresos fiscales, algo preocupante en un contexto económico global lleno de incertidumbres.
La fuga de talento también afecta a España
España no es ajena a este fenómeno. Un reciente estudio del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) y la Fundación BBVA estima que la emigración de talento cuesta a la economía española alrededor de 140.000 millones de euros anuales. De los españoles que dejaron el país en 2022, un tercio tenía menos de 35 años. Este fenómeno, según el economista Lorenzo Serrano, afecta negativamente al potencial de crecimiento futuro de la economía española, sobre todo si no se compensa con la llegada de capital humano extranjero o con el retorno de los emigrantes.
Un experimento fiscal bajo escrutinio en Europa
La propuesta de Montenegro ha puesto a Portugal en el centro de atención de Europa, al tratarse de una estrategia sin precedentes en la Unión Europea. Aunque el país ya había implementado medidas similares bajo gobiernos anteriores, estas eran menos ambiciosas y se limitaban a jóvenes con estudios universitarios.
Francisco Rodríguez, catedrático de Economía de la Universidad de Granada, señala que Portugal ha gestionado sus políticas fiscales con astucia y responsabilidad en los últimos años. Sin embargo, advierte que «todos los experimentos son arriesgados» y que el plan podría ofrecer una visión distorsionada sobre lo que implica la solidaridad en un sistema fiscal.