Vladimir Putin, en una imagen de archivo. | Europa Press / Contacto / Mikhail Metzel / Kremlin
Vladimir Putin, el presidente de Rusia, ha amenazado este martes a Europa con “graves consecuencias” en caso de que los países de la OTAN permitan a Ucrania el uso de su armamento contra objetivos en territorio ruso. Lo ha hecho después de una reunión que ha tenido lugar este martes entre los ministros de Defensa de los 27.
En la reunión, se han palpado de nuevo las discrepancias sobre el siguiente paso que debe darse para apoyar a Ucrania en el marco de la invasión rusa. La duda está en si se pueden mandar más soldados para formar a las tropas de Kiev y si el Ejército de Zelenski puede o no responder con ataques sobre objetivos militares en Rusia.
«Estos representantes de los países de la OTAN, especialmente en Europa, especialmente en países pequeños, deben ser conscientes de con qué están jugando. Deben recordar que, por regla general, se trata de Estados con territorios pequeños, pero densamente poblados», dijo Putin en rueda de prensa al término de su visita a Uzbekistán. Subrayó, además, que ese factor “es el que deben tener en cuenta antes de hablar sobre el lanzamiento de ataques contra el interior de territorio ruso».
Avisa de las posibles consecuencias
«Esta constante escalada puede tener graves consecuencias y si esas graves consecuencias se hacen notar en Europa, ¿cómo reaccionará Estados Unidos?», dijo Putin, quien aludió a la paridad nuclear entre ambas superpotencias.
Por su parte, el jefe de la diplomacia europea aseguró que hay debate en el seno del bloque entre algunos Estados miembros “que se oponen firmemente” a levantar restricciones al uso de armamento occidental mientras que hay otros que “están a favor”. Como ejemplo de este último caso, está el presidente del gobierno francés Emmanuel Macron, que considera necesario enviar soldados a territorio ucraniano.
Otro debate es el hecho de que Kiev pueda desarrollar ataques sobre Rusia para acabar con sus estructuras militares. Respecto a esta cuestión, Borell señaló que “si consideras que el riesgo de escalada es más grande que la ventaja para la guerra tomas otra posición”.
Mientras Rusia eleva el tono en la UE tampoco hay unidad a la hora de hablar de la extensión de una misión para apoyar sobre el terreno a las tropas de Ucrania en un momento en el que Zelenski reconoce que los suyos «no pueden responder» a los ataques rusos como les gustaría.
«Algunos Estados miembros creen que hay ventaja en entrenar en un ecosistema de guerra, otros piensan que es mandar adiestradores y son agentes militares en territorio ucraniano con el riesgo que ello implica», ha explicado Borrell en rueda de prensa, aunque confía en poder encontrar el consenso sobre este asunto. Estonia, Lituania y Países Bajos están entre los países del bloque que piden retirar las limitaciones a las fuerzas ucranianas.
En este contexto, Bélgica se ha comprometido este martes a enviar 30 cazas de combate F-16 a Ucrania como parte del acuerdo de seguridad firmado entre ambos países. Esta decisión sigue el ejemplo del G-7 y de otros países europeos que buscan garantizar el apoyo militar a largo plazo a Kiev frente a la invasión rusa.